El nombre se le dio porque el 2 de agosto, día del hallazgo, la orden franciscana venera a su patrona Santa María de los Ángeles, sin embargo, anteriormente se le habían dado otros nombres, siendo el primero de ellos, Virgen Morena (por su color), luego se le llamó La Virgen de los Pardos por haber sido hallada en ese lugar. En 1782 los habitantes de Cartago la proclaman como su patrona y entonces se le llamó Reina de Cartago. El 24 de septiembre de 1824, por decreto de las máximas autoridades políticas del país, se declaró a la Virgen de los Ángeles, patrona oficial de Costa Rica.
Hoy en día la imagen está en el altar de la Basílica de Cartago, colocada sobre un pedestal que semeja un medio mundo, se levanta una azucena con 6 pétalos en cada uno de los cuales posa un pequeño ángel. Sobre la azucena descansa una media luna y frente a ella un serafín con las manos levantadas en actitud de sostener el manto que cubre a la Virgen. Sobre la cabeza se le ha puesto una corona rodeada de estrellas. En la base del pedestal está el escudo de Costa Rica y el escudo de Cartago. En total, la imagen y sus adornos miden un metro de alto.
Así es como muchas y muchos costarricenses veneran la imagen, a quién le aducen milagros y por tanto le hacen promesas a cambio de favores recibidos.
Como símbolo de agradecimiento o en actitud de devoción y súplica, año tras año recorren largas distancias para ir en busca de este importante referente de su fe.
La imagen mide alrededor de 20 centímetros, es de una combinación de diferentes materiales como roca volcánica, grafito y jade. Su color es negro, de ahí el por qué se le llama cariñosamente "La Negrita". Es de cara redonda, ojos achinados, nariz y boca pequeña. En su brazo izquierdo tiene al Niño Jesús quien descansa sobre su pecho con la mano derecha levantada en actitud de bendecir. Ambos se miran uno al otro.
Aunque esta tradición agrupa en general a la comunidad católica de este país, se ha vuelto uno de los eventos más importantes dentro de las celebraciones anuales y donde acude una cantidad considerable de costarricenses. Consiste en una peregrinación hacia la Basílica de los Ángeles ubicada en la Provincia de Cartago, con el fin de rendirle honor a la Virgen de Los Ángeles (nombrada por el Papa Juan Pablo II, Patrona de Costa Rica). Se estima que cerca de 2 millones de personas caminan hacia la Basílica de los Ángeles cada año.
Los y las costarricenses muestran su devoción a la Reina de los Ángeles, mediante esta caminata que se realiza el día 1 de agosto, mayormente desde San hasta el santuario en Cartago. El recorrido es de aproximadamente 22 kilómetros, sin embargo, hay devotos que recorren la distancia desde su lugar de residencia, por lo que muchos caminan desde lugares muy distantes y empiezan varios días antes.
El día 2 de agosto se acostumbra celebrar en la explanada de la Basílica, una misa solemne con la presencia del Arzobispo de la Diócesis, decenas de sacerdotes y autoridades gubernamentales como el Presidente de la República de Costa Rica y muchos de sus ministros así como gran cantidad de fieles, esto porque Costa Rica sigue siendo un país confesional.
Con información cortesía del Sistema de Información Cultural de Costa Rica
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