Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR
El pasado mes de noviembre se llevó a cabo la “X
Conferencia Magistral Cátedra SINAES Enrique Góngora Trejos, Educación Superior
y Sociedad”, bajo el tema “El impacto que tienen las agencias de acreditación
en la sociedad y los desafíos para su medición”, impartida por la Dra. Judith
Scharager, catedrática de la
Universidad Católica de Chile y Directora Ejecutiva de la Agencia Acreditadora
Qualitas de Chile. Este evento se realiza en el marco de los 20 años
Sistema Nacional de la Acreditación de la Educación Superior (SINAES).
“En las últimas décadas, en los países de
América Latina, ha habido un fuerte crecimiento en instituciones de educación
superior. Actualmente, se contabilizan alrededor de 26 millones de estudiantes
a nivel universitario, esta cifra duplica la registrada hace 10 años. Esto ha
ocasionado el aumento de instituciones privadas y con ellas, la necesidad de
verificar la calidad de formación académica que brindan. Esto incluye a las
instituciones estatales. Antes de esta masificación, la calidad era un tema que
se daba por sentado y que nadie discutía, luego, no solo se convirtió en un
tema de interés para la instituciones, sino también para la sociedad en general”,
comentó Scharager.
Según indica la experta, es necesario poner
especial atención en la inversión de competencias docentes para tener un
profesorado más robusto. Sin embargo, la evidencia de las investigaciones
sugiere que la atención de algunas instituciones privadas se ha concentrado en
la captación de estudiantes y esto sucede por falta de regulación
especializada. De ahí, la necesidad de impulsar políticas y mecanismos para el
aseguramiento de la calidad.
“Los procesos de acreditación son muy
similares en todos los países contemplando tres etapas. Se inicia con un
proceso de autoevaluación, una visita de pares evaluadores y finamente la
acreditación por parte de la institución a cargo. Estos mecanismos generan
procesos de rendición de cuentas ante instituciones y estudiantes, además de
estimular la competitividad y permitir la movilidad de estudiantes entre
instituciones y entre países”, agregó Scharager.
En algunos países se han enfocado más en la
rendición de cuenta dejando de lado el control de la calidad. De aquí la
necesidad de lograr un equilibrio entre los controles que se hacen a lo interno
y hacia el exterior de la institución.
“Hoy, la sociedad reclama la calidad en la
educación superior como un derecho público. La concepción de calidad en la
educación está inmersa en los entornos económicos, sociales y políticos.
Instituciones acreditadoras a nivel internacional indican que temas como la
equidad o la diversidad son tópicos que deben abordarse en los planes de
estudio”, concluyó.
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