Cámara de Comercio de Costa Rica fortalece su
trabajo por la lucha de igualdad de género en su 105 aniversario
Richard
Ordoñez | Revista SOMOS CR
EL
Programa Mujer Empresaria da inicio hace 11 años con el propósito de destacar
la labor de la mujer que tiene su empresa o que trabaja en una. Este programa
se crea en un momento en el que el tema de la igualdad y equidad de género no
era tan fuerte como lo es este momento. Este fue un proyecto visionario de la
Cámara de Comercio de Costa Rica en la gestión de Arnoldo André Tinoco como Presidente
y de Alonso Elizondo Bolaños como Director Ejecutivo.
El PME ha luchado para promover participación de las mujeres a lo
interno de la Cámara, dando como resultado la primera Junta
Directiva paritaria y la primera mujer presidenta
elegida en Asamblea General de Asociados.
El
programa tiene varios objetivos, uno de ellos es que se estimule la presencia
de mujeres en puestos de toma de decisión en las empresas. Lo anterior, porque
según indica Rojas amparada en estudios científicos, es vital para la economía
de un país que exista un balance de opiniones entre ambos géneros para
establecer panoramas complementarios de acción. La Cámara de Comercio de Costa
Rica tiene clara la misión de fomentar la importancia de la unión en el
entendido de que “hombres y mujeres deben trabajar juntos para una mejor
familia, una mejor empresa, por un mejor país y por un mejor mundo”.
El
Programa Mujer Empresaria establece que es muy importante generar planes de
capacitación y de networking, por lo que se creó un congreso de Mujer y
Negocios que se ha venido realizando de manera anual. El evento correspondiente
al 2020 se llevará a cabo en una fecha que está por confirmarse. Para este año
se desarrollarán los tema de liderazgo y el desarrollo de capacidades
empresariales.
Directores de la Cámara de Comercio de Costa Rica y miembros del Programa
Mujer Empresaria (PME) recibieron el reconocimiento por la Buenas Prácticas
para la Igualdad de Género otorgado por el INAMU. 2019. De izquierda
a derecha Natasha Loew, Mayela Rojas, Arturo Rosabal,
Marilyn Batista y Clemencia Palomo.
“Haciendo
un corte en el 2019, el programa ha impactado positivamente en la vida de 6.000
mujeres en actividades de capacitación. Por otra parte, la Cámara de Comercio
como tal ha sido el brazo ejecutivo del programa Al Invest de la Unión Europea
en nuestro país, por lo que se han creado núcleos empresariales dirigidos a
mujeres con especial énfasis en San Carlos y Pérez Zeledón”, agregó Rojas.
En
el año 2019, la Cámara de Comercio de Costa Rica recibió un reconocimiento por
buenas prácticas de parte del Instituto Nacional de la Mujer por la labor
realizada en dos áreas. La primera es por el trabajo realizado a nivel
administrativo teniendo igualdad de género, y por tener mujeres en posiciones
de toma de decisiones en varias dependencias de la organización. Por otro lado,
la Cámara está cumpliendo con sus lineamientos en las políticas de desarrollo
sostenible.
“Decir
que tenemos un Programa de Mujer Empresaria es muy fácil. Lo difícil es ser
consecuente y tener una estructura administrativa en la que hay una participación de la mitad
de hombres y la otra de mujeres, ya es más difícil. La Cámara de Comercio de
Costa Rica es la primera cámara de comercio en América Latina con igualdad de
género en la Junta Directiva y en sus comités. Este es el resultado de un proceso
de mucha educación y comprensión. Tenemos que trabajar mucho en información
porque el objetivo no es crear movimientos de mujeres o de hombres, sino un
movimiento que acerca a hombres y mujeres en una dinámica sana y productiva”,
puntualizó Rojas.
En
los últimos cuatro años, la Cámara de Comercio de Costa Rica ha sido presidida
por la Sra. Yolanda Fernández Ochoa. En los años 2004 y 2005 esta organización había
sido presidida por la Sra. Evita Arguedas Maklouf. Esta evolución hizo posible
que la organización se proyectara internacionalmente con la participación en un
foro internacional organizado por ONU Mujeres en Sao Paulo, Brasil, en el 2019.
En este evento, la Cámara compartió su experiencia sobre buenas prácticas para
lograr una Junta Directiva paritaria. Justamente la Sra. Mayela Rojas
representó a la organización en este foro.
“Fue
muy emocionante asistir a este evento en representación de la Cámara. Hubo una
gran ovación en el auditorio de más de 500 personas cuando se presentó el caso
de la Cámara de Comercio de Costa Rica. Nuestro caso sirvió como un referente.
En Latinoamérica venimos de sociedades patriarcales en las que el poder y las
decisiones han recaído en los hombres. Hoy, hombres y mujeres entienden la
importancia de que se incluyan también a las mujeres en los puestos de toma de
decisión”, comentó la Presidenta del Programa.
Según
estadísticas de las Cámara, al finalizar el 2019, había una fuerza laboral de
hombres trabajando de 1.346.000 lo que constituye un 62% de la población
laboralmente activa y el restante 38% es de mujeres con 835.000. En lo que
respecta al desempleo, el de las mujeres es mayor con una tasa de 16.7% en
comparación al 12% de los hombres. Es decir, hay más mujeres desempleadas. Es
por este motivo que la Cámara afirma que si todas las mujeres en edad laboral
trabajaran, la pobreza bajaría del 22% al 11%.
“Estamos
trabajando muy fuerte con las pequeñas y medianas empresas. Al tener las
Mipymes una expectativa de desaparición muy grande en los primeros tres años,
nos hemos abocado a desarrollar alianzas que pueden impulsar a las mujeres
empresarias en el comercio electrónico. Por este motivo hemos realizado
capacitaciones recientemente para utilizar la herramienta Kolau en español y
así fortalecer las ventas en línea. Nuestro propósito es que tengan el
acompañamiento necesario durante esos tres primero años y luego por los cuatro
años siguientes de consolidación empresarial”, agregó.
En
el 2019 se desarrolló un curso denominado “Innovar para triunfar” que preparaba
en empoderamiento, habilidades blandas y marketing digital que son aspectos muy
necesarios para todo tipo de empresa y en especial para las Mipymes. También se
han desarrollado cursos que brindan herramientas en el área financiera,
mercadológica, recursos humanaos, operaciones, publicidad, entre otros. Estas
capacitaciones son muy importantes especialmente para las empresarias que no
tienen estudios en Administración de Empresas para que pueda liberarse y
gestionar mejor su negocio.
“Las
mujeres, trabajemos o no, tenemos un promedio de 35 horas semanales destinadas
al trabajo doméstico, cuido de menores y adultos mayores. En comparación, los
hombres dedican 13 horas en este mismo período. Conociendo las dificultades
para que las mujeres puedan dedicar tiempo a su propia capacitación, tenemos
que buscar espacios y oportunidades para que se logre este propósito”, comentó
Rojas.
Rompiendo esquemas mentales obsoletos
El
Programa Mujer empresaria está enfocado en disminuir la brecha económica que es
una de las cuatro brechas más importantes entre hombres y mujeres. Las tres
restantes son la educativa, la de salud y la política. El programa lleva a cabo
al menos 12 eventos anuales dirigidos a fortalecer y preparar a la población
que tiene como razón de ser.
Según
la Cámara de Comercio, la brecha política es la más grande de todas. La
participación de la mujer en política es muy pequeña especialmente en los
puestos de decisión. La Cámara ha realizado eventos con diferentes mujeres que
han fungido en puestos de alcaldesas y diputadas que han dibujado la necesidad
de que se abran los espacios para que mujeres puedan optar por puestos en los
distintos niveles políticos, así como los retos de preparación que esta
población tiene.
“Hay
temas como este de la política que no trabajamos con especial énfasis pero lo
apoyamos. Del mismo modo, tenemos clara nuestra misión de enfrentar el tema de
violencia de género, especialmente cuando se llevan a cabo eventos
futbolísticos. Es en esos momentos en los que las llamadas al 911 por agresión
doméstica se disparan. Como Cámara tenemos un compromiso muy grande para hacer
conciencia cada vez que se llevan a cabo estos eventos por medio de nuestras
redes sociales de la Cámara y de los mismos integrantes de la Junta Directiva”,
expresó Rojas de manera enfática.
Los
retos que la población femenina enfrenta en las sociedades actuales no
solamente se evidencian en las cuatro brechas que comenta Rojas, sino también
se identifican en la visión que se tiene a nivel social sobre el trabajo y la
función de la mujer en la dinámica diaria.
“Se
ha tenido la idea de que el trabajo del hombre es de la vida pública y el de la
mujer en la vida privada, en el hogar. De hecho, en muchas de las ocasiones en
que se le pregunta a un hombre sobre el trabajo que desempeña su esposa, éste
indica que ella no trabaja porque es ama de casa. Cuando en realidad, el
trabajo en el hogar es uno de los más demandantes y si se remunerara,
aumentaría significativamente los índices de producción en el país. No hay nada
más valioso que el cuido de los hijos, de la familia y del hogar”, comentó doña
Mayela.
Estos
esquemas mentales surgen de lo social pero se traducen en las condiciones
económicas y laborales que se han explicado previamente en este artículo. De
hecho, según los estudios de la Cámara, la mayor cantidad de propiedades y
tierras en Costa Rica están inscritas a nombre de los hombres y no de mujeres
aun cuando se pudieron haber comprado durante el matrimonio. Esto dificulta,
por ejemplo que una mujer pueda poner a responder una propiedad para solicitar
un préstamos y montar su propio negocio.
Para
el 2020, además de los objetivos ya planteados, la Cámara visualiza como tarea
el combatir la desigualdad salarial que existe entre géneros. Se tiene el dato
que, en el mismo puesto y bajo las mismas condiciones, la mujer gana un 33%
menos de salario que un hombre. Indican también que, bajo un mismo perfil de
preparación, una mujer puede ser ubicada como secretaria mientras que un hombre
como asistente administrativo, lo que también evidencia diferencias salariales.
“Queremos
que las empresas se apunten a utilizar una herramienta que nos brinda ONU
mujeres para realizar una medición real de esta situación a nivel nacional. Es
una decisión de cada empresa formar parte de esta medición, por lo que tener
clara su importancia es vital”, indicó.
Es
claro el compromiso de la Cámara y de sus directivos de no permitir que se le
ponga límites de género a nadie, sino que se exista una igualdad y equidad
genuinas tanto a nivel político, profesional y de empleabilidad. Pero, para
lograr esto, es necesario primero cambiar la visión social sobre estos temas.
No es por las mujeres únicamente, es por la sociedad.
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