Richard
Ordoñez | Revista SOMOS CR
El
Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica se ha convertido en el mayor
referente de protección en el país. Por 155 años han sido un ejemplo de
profesionalización, innovación, modernización y buenas gestiones. En esta
edición, abordaremos varias áreas de trabajo de esta organización, como un referente
de mejora y excelencia en muchos otros ámbitos de la realidad nacional.
“Son
pocas las instituciones que en este país tienen más de 150 años de existir. En
Bomberos vemos la trayectoria como un compromiso para mantener una constante evolución.
El reto principal es no defraudar una historia que ha sido de evolución
ininterrumpida. Un ejemplo de esto es la máquina que tenemos en el primer piso
del Edificio Principal de Bomberos, es una Knox de más de 100 años que es la
misma que se utilizaba en Estados Unidos en la época en que llegó a Costa Rica.
Es decir, que la visión que se tenía en Costa Rica desde ese momento era la de
cumplir con los más altos estándares internacionales”, comentó Héctor Chaves
León, Director General del Cuerpo de Bomberos.
El
Cuerpo de Bomberos de Costa Rica y también a nivel internacional, ha tenido a
los Bomberos de New York como una referencia importante tanto por la
trayectoria que ostentan como por el desarrollo que han experimentado y los
retos que han tenido que enfrentar, como las emergencias a raíz de los ataques
terroristas del 11 de setiembre del 2001 en dicha ciudad. Tanto el Cuerpo de
Bomberos de Costa Rica como el de New York, cumplen este año su 155 aniversario.
“Históricamente,
Costa Rica ha estado a la vanguardia de muchos procesos de modernización a
nivel mundial. La electrificación de San José, el Teatro Nacional y el
ferrocarril interoceánico, son solo algunos ejemplos de esto. La creación de un
cuerpo de Bomberos no fue la excepción. Nuestro principal reto es continuar con
esta trayectoria de creciente desarrollo, y satisfacer las necesidades que
siempre están cambiando”, añadió Chaves.
A
nivel mundial los Bomberos se enfocan en desarrollar dos tareas, prevenir y
proteger. La preservación de la propiedad, la vida y el medio ambiente son los
escenarios en los que los bomberos se desenvuelven diariamente. Sin embargo,
específicamente la línea de la prevención es la que, al menos en Latinoamérica,
ha sido un punto que arroja retos importantes por enfrentar.
Según
Chaves, en países como Japón, Estados Unidos y varios de Europa, se invierte
muchos más recursos en prevención que en protección. Indica además que esto se
debe a que muchos latinoamericanos no tienen conciencia clara de los riesgos
que se enfrentan en el diario vivir y esto se evidencia en escazas políticas en
materia de prevención. Japón es un claro ejemplo de inversión en prevención no
solo a nivel de siniestros, sino también en criminalidad siendo unos de los
países más seguros para vivir.
“En
Costa Rica aun nos hace falta generar más regulaciones. Sin embargo, ya se han
dado pasos importantes como el visado que tiene que realizar el Cuerpo de
Bomberos a los planos de los edificios que se construyen desde hace 15 años.
Esto nos garantiza edificios más seguros y también nos hace posible
anticiparnos a la emergencia”, comentó Chaves.
Según
estadísticas que maneja el Cuerpo de Bomberos, en el año 2018 murieron 30
personas en incendios, mientras que el año anterior fallecieron 15 en las
mismas circunstancias. Solo en los primeros meses del 2020 ya se contabilizan 5
muertes y 180 incendios estructurales.
A
pesar del descenso estadístico entre los años 2018 y 2019, el aumento de las
emergencias en lo que llevamos en el 2020 crea un panorama de insostenibilidad
a futuro, por lo que se requiere más estaciones de bomberos, más recursos e
incluso más personal. Para Chaves, la única forma de conservar el equilibrio
numérico es invertir más en prevención y así disminuir las pérdidas de vidas, en
propiedades y en el medio ambiente.
“Un
ejemplo de lo que se puede lograr por medio de la prevención es el uso del gas
de cocina y sus respectivas válvulas que ocasionan más de 5.000 emergencias al
año. El Cuerpo de Bomberos hizo gestiones por mucho tiempo para que la Asamblea
Legislativa creara la legislación correspondiente que proporcione este servicio
de forma correcta y segura prohibiendo
las válvulas de acople rápido. Felizmente esto se logró y ahora estamos en el
año de la implementación de esta nueva normativa. Las nuevas válvulas generan
un riesgo mucho menor que podría significar el ahorro de hasta 5.000 emergencias
en un año”, concluyó.
Cuando
se habla que mantener con vida una organización por 155 años, lo primero que
viene a la mente es la gran cantidad de buenas decisiones que se han tenido que
tomar por más de siglo y medio. Ahora, si a esto le sumamos el trabajo que esta
organización realiza y que su éxito se define en prevenir siniestros o, en
último caso, tener que enfrentarlos aunque esto signifique la vida de sus
colaboradores, la labor deja de ser solo importante y se vuelve loable, digna
de admiración y agradecimiento.
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