La patología traumática más frecuente en una persona adulta mayor y cómo prevenirla

Dra. Kathia Villegas Barquero

Cirujana Ortopedista y Traumatóloga

Costa Rica es uno de los países a nivel mundial que ostenta una tasa de vida muy alta, esto quiere decir que llegamos a una edad avanzada y con esto se deben tomar precauciones o prevenir en nuestros adultos mayores situaciones que puedan convertirse en una catástrofe.

Muchas veces dentro del núcleo familiar se maneja la creencia popular de que “a nosotros no nos va a suceder esto”. Sin embargo, eso no es cierto, lo que para las personas del grupo familiar puede ser algo inofensivo para un adulto mayor se convierte en una situación que puede provocar una caída y ocasionar una fractura en alguna zona del sistema óseo que cambie definitivamente el comportamiento y desempeño del grupo familiar momentánea o definitivamente.

¿Cuáles son las fracturas que frecuentemente atendemos en los Servicios de Emergencias de nuestros Hospitales? Las fracturas de muñeca en la zona del radio distal y las fracturas de cadera.

Me voy a referir principalmente a las fracturas de cadera ya que estas ocupan un sitio importante en las estadísticas de morbi-mortalidad del Sistema de Salud. Con esto me refiero a que las fracturas de cadera pueden ocasionar complicaciones en los adultos mayores que comprometan la vida de esta persona o potencialice enfermedades que agraven el cuadro médico y posterguen la resolución quirúrgica de la fractura.

Esta situación se puede evitar educando al grupo familiar y cultivando el concepto de prevención, un concepto que nos puede facilitar el manejo del adulto mayor dentro del núcleo familiar. A continuación, algunas recomendaciones:

1.- Tratar de que el adulto mayor se desplace en un sitio, realizando sus actividades básicas, en donde no tenga que subir y bajar gradas. Es importante saber que estos pacientes pueden sufrir de disminución del flujo sanguíneo a nivel cerebral y presentar isquemias que se pueden traducir en episodios de desorientación o mareos y provocar desequilibrio haciendo que el paciente sufra una caída.

2.- En el baño así como en el servicio sanitario se deben colocar agarraderas o soportes laterales, para facilitar el equilibrio del paciente cuando se baña o realiza sus necesidades básicas.

3.- Las alfombras que se colocan al lado de la cama o a los pies de los sillones o en el baño deben de tener una cubierta antideslizante, sino es así se convierte en un objeto en donde el paciente se puede resbalar y ocasione una caída que puede provocar una fractura de cadera.

4.- Se debe tener mucho cuidado con las superficies irregulares por dónde camina el adulto mayor, se debe recordar que con el paso de los años nuestras funciones de equilibrio van deteriorándose y esto puede potencializar una caída.

Cuando el paciente llega al Servicio de Emergencias de un Centro de Salud, lo ideal es estabilizarlo en su condición general y operarlo idóneamente en las primeras 24 horas, ya que los adultos mayores pueden complicarse por el encamamiento prolongado. Existen enfermedades de base que deben estabilizarse para poder operar al paciente, pero también se debe agilizar la valoración médica para resolver de forma pronta y efectiva la fractura de cadera.

¿Cuáles son los beneficios de operar de forma pronta y efectiva al paciente?

1.- Movilizar rápidamente al paciente, sentarlo en una silla de ruedas sin que este refiera dolor

2.- La movilización precoz evita que el paciente haga coágulos en las venas de los miembros inferiores, también lo ayuda a manejar de forma adecuada las secreciones pulmonares evitando que haga una infección pulmonar.

3.- La pronta resolución quirúrgica hace que el paciente regrese rápidamente a su núcleo familiar evitando que se desoriente y deprima.

4.- El encamamiento prolongado puede provocar úlceras por presión en los adultos mayores, aun teniendo un eficiente cuidado de enfermería, esto puede provocar infecciones asociadas, ocasionando graves complicaciones en el paciente.

Es el objetivo primordial es aprender a convivir con nuestros adultos mayores para facilitarles un medio en el que se puedan desempeñar minimizando los riesgos de una caída que provoque una fractura y posibles complicaciones que comprometan su vida.