domingo, 1 de noviembre de 2020

Rancho Samaná: Un tesoro escondido en las Nubes de Coronado

Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR

En Rancho Samaná hay de todo: un restaurante con gran variedad gastronómica, una lechería con más de 100 años de historia, senderos que se adentran en lo más profundo de las montañas, pesca de trucha, una huerta, animales de granja, un mirador espectacular, área para niños, un avión y un largo etcétera en una propiedad de 80 hectáreas. Pero lo mejor, a menos de 10 minutos del centro de Coronado.


Usualmente uno creería que un lugar con tantas atracciones estaría fuera de San José o incluso del Valle Central. Por este motivo, Rancho Samaná es un tesoro escondido que guarda un ambiente de montaña, sin el bullicio y el estrés de la ciudad pero a minutos de ella. 

"Hace 5 años decidimos abrir esta propiedad al público en general. Construimos un restaurante con comida exquisita y también debíamos aprovechar la vista impresionante que tenemos. Aunque desde las mesas se puede ver todo San José y más, si suben por los senderos se podrá apreciar todo el Valle Central, es algo espectacular", comentó Fiorella Chinchilla López, propietaria.

Por causa de la pandemia por el COVID-19 y el foro del 50% que establece el Ministerio de Salud en la actualidad, se han tomado las acciones necesarias para que el lugar siempre conserve las medidas de distanciamiento y la regulación de ingreso de visitantes. Cuando la restricción vehicular se flexibilizó hace 15 días, las filas de carros esperando para entrar se extendía por varios cientos de metros. Esto habla del deseo que el público tiene por visitar este lugar.


"El reto organizativo para reabrir un lugar como este es muy grande en medio de la situación con el COVID-19, pero nos esforzamos para cumplir a cabalidad con todos los requerimientos. Estamos abiertos de jueves a domingo de 8:00 a.m. a 7:00 p.m.", añadió.

Rancho Samaná nació con el propósito de que las personas pudieran respirar aire puro, disfrutar de comidas caseras y deliciosas, además de tener un contacto directo con animales de granja y las montañas ya que en ellas se guardan secretos, historia y sabiduría.

Un atractivo más en Rancho Samaná es que el lugar es inclusivo con todos los miembros de la familia, incluidas las mascotas. El rancho cuenta con un restaurante dividido en dos sectores, uno de ellos acondicionado para recibir mascotas con acceso a una zona adicional al aire libre.

Fiorella Chinchilla, copropietaria

Actividades que se pueden realizar:
Además de disfrutar de sabrosos platillos tradicionales e internacionales, en Rancho Samaná se pueden llevar a cabo varias actividades adicionales como:
  • Tour a caballo
  • Caminata a la montaña
  • Sendero de los pájaros
  • Paseo al río
  • Pesca de truchas Tour en mountain bike (circuito).
  • Observación del proceso de ordeño
  • Parque infantil
  • Alimentación de terneros
  • Jugar con animales (conejos, ovejas, chompipes, cabras, etc.
Historia de emprendimiento
Esta finca es propiedad de Chinchilla y su esposo, Francis Ducoudray. La relación del ahora matrimonio inició hace 14 años. Cuando fueron a vivir a la propiedad hace 12 años, el lugar solo tenía la lechería y un rancho con piso de tierra que eventualmente se usaba para reuniones de amigos. No habían animales ni otras atracciones.

"El negocio comenzó con la idea de hacer una cocina para preparar jaleas. No teníamos ni idea de todo lo que luego iba a pasar porque luego empezamos a alquilar el lugar para eventos privados. Fue un proceso de crecimiento y aprendizaje. Trabajamos con eventos privados por 7 años y luego abrimos el restaurante que este año cumple su quinto aniversario", contó doña Fiorella.

Una vez que el restaurante se estableció, se decidió incluir atracciones como animales y actividades para que el lugar pudiera explotar por sí solo su enorme potencial turístico. Esto ha permitido que varias familias vivan del trabajo que genera Rancho Samaná.

Unión y lealtad
Aunque por causa de la pandemia tuvo que estar cerrado un tiempo, sus colaboradores mantuvieron su compromiso y lealtad. Entre todos construyeron una "huerta pandémica" que les generó alimento e ingresos para subsistir y seguir adelante. Con la apertura hace algunas semanas, resurgió la ilusión de atender a los visitantes, algo que se percibe desde el portón de entrada. Por este motivo se les invita a visitar Rancho Samaná, sentirán que viajan a otra dimensión. 

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