jueves, 30 de julio de 2020

Seguro cubrirá gastos médicos y de alojamiento en caso de Covid-19


Los turistas que ingresen a Costa Rica a partir de este 1° de agosto contarán con el seguro para viajeros del Instituto Nacional de Seguros (INS), una póliza que no tiene exclusión por pandemia o epidemia, como se anunció desde marzo anterior, pero que ahora incluye una cobertura por gastos de alojamiento debido a una extensión del viaje en caso del cierre de las fronteras o el contagio por covid-19. 


Este producto remozado busca contribuir a que el sector turismo pueda hacer frente a la crisis ocasionada por el covid-19 y los extranjeros viajen con mayor tranquilidad a nuestro país.

“Los costarricenses siempre han estado protegidos con el INS, y ahora brindamos esta cobertura también para los turistas. No se trata de un seguro nuevo, la cobertura se mantiene, lo que hacemos es brindar mayor protección. A partir de este 1° de agosto en caso de lo que un turista resulte positivo por covid-19 este seguro le permitirá cubrir incluso sus gastos de alojamiento durante la cuarentena y otros”, aseguró el jefe de Mercadeo del INS, Gerardo Vargas. 

La póliza funciona las 24 horas del día, mientras el asegurado se encuentre viajando en calidad de turista, estudiante o ejecutivo. 

El Seguro para Viajeros del INS contempla un plan básico y otro plus, este último es el que brinda la cobertura de gastos de alojamiento, además por muerte accidental, incapacidad total y parcial permanente por accidente, gastos médicos por enfermedad aguda o accidente, así como gastos de repatriación de restos mortales. 


El seguro se contrata de forma individual o bien se puede incluir al grupo familiar con un 5% de descuento. Esta póliza no tiene edad mínima, ni máxima de suscripción para el asegurado directo, ni para su cónyuge o conviviente. 

Para el ingreso al país, los turistas deben completar un formulario 48 horas antes del viaje, en ese mismo documento será necesario incluir la información de la póliza adquirida. 

Cobertura de Gastos Médicos 

Dentro de Costa Rica los gastos médicos se brindarán mediante la coordinación con una red de proveedores privada del INS o por reembolso. El cliente gestiona ante el centro médico afiliado y se coordina la atención médica que requiere, donde únicamente pagará el deducible establecido. A nivel internacional será por reembolso 

Respecto al deducible será el 10% de los gastos médicos cubiertos con un mínimo U$50 (cincuenta dólares). 

Cobertura de Gastos de Alojamiento. 

El Instituto se compromete a reintegrar los gastos de alojamiento del asegurado, contra presentación de las facturas correspondientes, en caso de una declaratoria de enfermedad epidémica y/o pandémica que genere el cierre de fronteras, lo que a su vez obligaría al turista a permanecer en el país por un periodo mayor al definido en el itinerario inicial de viaje. 

Este seguro se puede adquirir por un plazo máximo 52 semanas. Cuando se requiera atención médica como consecuencia de una enfermedad aguda o accidente cubierto por la póliza, deberá enviar un correo electrónico a la dirección autorizacionesins@ins-cr.com, mediante la línea gratuita 800-MEDICAL (800-633-4225) o llamando al número telefónico 2284-8500.

Información cortesía del INS

 

 


miércoles, 29 de julio de 2020

¿Cómo manejar la ansiedad durante el distanciamiento social por Covid -19?

Para la Dra. Kimberly Santamaría Díaz, Psicóloga humanista con énfasis en logoterapia, "estamos ante una contingencia mundial que nos obliga aislarnos socialmente, lo cual de una manera abrupta hemos perdido nuestra cotidianidad, impactando principalmente nuestros vínculos afectivos".


Son muchas las familias cuyos integrantes están viéndose en la necesidad de salir y de relacionarse con sus semejantes, pero se sabe que romper las burbujas sociales implica un gran riesgo de promover el contagio por Covid-19 y llevar el virus a las poblaciones más vulnerables por los factores de riesgo que ya se conocen. Por lo tanto, estar en la casa lo más que se pueda y evitar el contacto con personas ajenas a nuestra burbuja social se ha convertido en un reto emocionalmente demandante. 

"Durante este momento estresante para la mayoría de la población, se ha perpetuado la ansiedad, lo cual es un sentimiento normal y esperado ante situaciones de incertidumbre como las que estamos viviendo, por tanto, necesitamos prepararnos para no entrar en pánico.

Ante esta situación, recomiendo: Establecer/planificar una rutina que se adapte a mi nuevo contexto, al espacio físico donde habituamos más tiempo, a las tareas cotidianas: del hogar, laborales, sociales, educativas; Y fomentar medidas de autocuidado y cuidado por el otro. Lo esencial es mitigar la sensación de angustia sobre esta amenaza invisible (virus) que nos mantiene en una constante alerta acompañada de incertidumbre, miedo al contagio e insomnio. Para con ello, conectarnos con el sentido y el propósito de cumplir con las medidas sanitarias, así como con el cuido de nuestra salud emocional o mental", comentó Santamaría quién también es la Directora del Centro de Bienestar Psicológico Inclusivo TRANSMUTA y Gestora social en discapacidad.

La atención que se le está brindando a la pandemia ha dado resultados por cuanto no ha habido un aumento desproporcionado de casos y saturación en Unidades de Cuidados Intensivos aún. Sin embargo, la salud mental también es muy importante y se debe atender con la misma prioridad que los efectos directos de la pandemia.

"La salud mental es una factor importante del bienestar y la salud integral del ser humano. Nos afecta en la manera de pensar, sentir y accionar. Por eso, la invitación a todos en implementar estrategias para manejar la ansiedad de una manera saludable que nos ayuden a gestionar nuestras emociones y pensamientos de una manera equilibrada. Tales como: Técnicas de relajación, ejercicios de respiración profunda, lectura, mantener conexiones virtuales (llamadas telefónicas, uso de videollamadas), practicar algún deporte o hobbies, salir al aire libre en áreas despobladas, tomar el sol, fortalecer la alimentación saludable y finalmente limítese a la exposición masiva de noticias que en su mayoría no proporcionan conocimiento relevante a lo que vivimos. 

 ¡Recordemos que esta lucha es de todos, pero somos los únicos responsables de nuestro cuidado físico, mental y emocional!", concluyó Santamaría.



Dra. Kimberly Santamaría Díaz
Psicóloga humanista con énfasis en logoterapia
Celular: 8830-1425 | Correo: transmutacr@gmail.com




Ventilador mecánico para pacientes con COVID-19 se fabricaría en la UCR en octubre

Al comenzar la emergencia sanitaria en nuestro país, un equipo científico de la Universidad de Costa Rica (UCR) se propuso crear un  ventilador mecánico no invasivo que brindara respiración asistida de atención primaria a enfermos que se complicaran por la neumonía COVID-19, pero luego la tarea se volvió más compleja.

El proyecto “Respira UCR” es coordinado por el investigador del CICANUM
Dr. Ralph García Vindas; con la participación del director de ese Centro, el Dr. Elian Conejo Rodríguez, 
y el investigador Dr. Eduardo Calderón ObaldíaAñadir título

Al principio se pretendía crear un ventilador mecánico no invasivo que requería de una persona que lo operadora. Luego por recomendaciones médicas, fue evolucionando el plan hacia un dispositivo automatizado que se pueda utilizar de forma no invasiva o invasiva de acuerdo con la necesidad del paciente.

Esto significó pasar de lo que los especialistas llaman un dispositivo de respiración asistida clase uno,  a un dispositivo clase tres de mucho mayor complejidad y con mucho más tecnología, ya que se decidió incorporarle cada vez más alarmas y sensores para garantizar la seguridad del paciente.

En la etapa actual de diseño, el ventilador del proyecto "Respira UCR", posee todos los sensores de un ventilador mecánico comercial de una sala de cuidados intensivos intrahospitalaria, pero con la ventaja adicional del bajo costo. Un ventilador comercial cuesta entre $30 mil dólares y $50 mil dólares, mientras el diseñado en la UCR ronda los $4.500,00 dólares.

A parte del costo, está la ventaja de autoabastecer localmente al país con estos equipos, ya que escasean a nivel mundial, a la vez que se puede brindar el soporte técnico internamente.

PRUEBAS CLÍNICAS

El dispositivo fue desarrollado por el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (CICANUM) de la UCR; en colaboración con las escuelas de Física, Artes Plásticas, Ingeniería Mecánica, Ingeniería Eléctrica, Biología y Enfermería.

El proyecto ha recibido también el apoyo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el Ministerio de Salud de Costa Rica , del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) y de varias empresas privadas.

El equipo ya ha sido sometido con éxito a varias pruebas preliminares en las que ha demostrado un excelente desempeño para brindar asistencia respiratoria.

El primero de abril se realizó un ensayo preliminar con modelos robóticos y otros recursos de alta tecnología en el Centro de Simulación en Salud de la Escuela de Enfermería  de la UCR.

Un mes después, el 30 de abril, se efectuó la primera prueba sobre el funcionamiento del aparato en dos cerdos en la clínica veterinaria Intensivet.

En los próximos días se estarán realizando las pruebas preclínicas con animales, para lo cual se recopiló literatura científica e información de países que ya las han realizado como España, Brasil, Argentina y Colombia.

Los protocolos para estos ensayos fueron aprobados por el Comité Institucional para el Cuidado y Uso de los Animales (CICUA) de la UCR.

Las pruebas se realizarán con siete cerdos en el Laboratorio de Docencia en Cirugía y Cáncer (DCLab) de la UCR, en presencia de médicos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y de un grupo de veterinarios.

Después de estos ensayos faltarían las pruebas con seres humanos;  las cuales podrían realizarse a principios de setiembre del 2020. Las personas en las que se prueben los equipos dependerán del protocolo experimental que se presente y de lo que decida la CCSS.

Para las pruebas con seres humanos se requiere la aprobación del Comité Ético Científico (CEC),  tanto de la UCR, como de la CCSS.

Por otra parte se calcula que a finales de setiembre o inicios de octubre del 2020 se podrían haber realizado todas las pruebas necesarias y se pasaría a la etapa de producción en serie del ventilador; esto una vez que este sea inscrito ante el Ministerio de Salud de Costa Rica.


FABRICACIÓN DE PRIMER LOTE

El CICANUM está en capacidad de producir los ventiladores, pero en número limitado. Para una producción masiva habría que suscribir un convenio con alguna empresa de equipos médicos.

El coordinador del proyecto, es el Dr. Ralph García Vindas, investigador del CICANUM y director de la Escuela de Física de la UCR.

El científico recalcó que, si bien el proyecto se desarrolla en la UCR, sus resultados son producto de una alianza entre varias instituciones públicas y privadas.

El Dr. García detalló que la empresa “Elvatron está suministrando todos los componentes que necesitamos de forma rápida, porque hay que importar algunos desde Alemania o Estados Unidos de América. La Embajada de Alemania donó €25 mil euros. Luego la empresa farmacéutica Roche de Costa Rica hizo una donación de $40 mil dólares y el Ministerio de Salud ha estado ayudando en el seguimiento,  porque tienen experiencia en pruebas clínicas.

“Ahora se incorporó otra empresa,  que es CRx Life Sciences. Es una empresa que está aquí en Costa Rica y ya había donado su trabajo para inscribir un dispositivo en California, en Estados Unidos de América. Ellos tienen mucha experiencia en esto y nos dijeron que van a ayudar a inscribir el equipo en el Ministerio de Salud”.

Todo dispositivo médico que se desee fabricar en el país se debe inscribir primero en el Ministerio de Salud, para lo cual deben realizar una serie de trámites.

En este caso se trata de un dispositivo clase 3, de cuya complejidad no se habían fabricado en Costa Rica hasta ahora, por lo que los requisitos que hay que  cumplir ante el Ministerio de salud son más exhaustivos y rigurosos.

La empresa Fedefarma está dispuesta a donar también $20 mil dólares para la etapa de pruebas preclínicas, mientras que empresas como Purdy Motor ofrecieron poner a disposición mano de obra calificada de su personal.

De esta manera,  se espera contar con los recursos para fabricar un primer lote de 50 unidades de ventiladores que serán donados a la CCSS, lo cual se espera que suceda en el mes de octubre del 2020.

Otros países ya han solicitado a la UCR que en cuanto empiece a producir los ventiladores les suministre algunos. Tal es el caso de Nicaragua y Honduras. Por su parte, un grupo de médicos de Costa Rica quieren comprar un lote para enviar a Nicaragua.

El proyecto de investigación, inscrito en la Vicerrectoría de Investigación de la UCR, culminará en su etapa final a más largo plazo, con la creación de un mecánico profesional completamente terminado, con todas las alarmas y sensores, así como un acabado final y tecnología similar a los que  la CCSS adquiere en el extranjero para sus hospitales. 

        EQUIPO CIENTÍFICO DEL PROYECTO "RESPIRA-UCR"

InvestigadorUnidad Académica
Dr. Ralph García VindasEscuela de Física y CICANUM
Dr. Eduardo Calderón ObaldíaEscuela Ingeniería Mecánica
Dr. Elian Conejo RodríguezEscuela de Física y  CICANUM
Dra. Hanna Sanabria BarahonaEscuela de Enfermería
M.Sc. Gilberth Alvarado BarbozaEscuela de Biología
M.Sc. Jilma Alemán LaporteDCLab
Dr. Salomón Chaves BadillaEscuela de Artes Plásticas
M.F.A. Carlos Kit AlvaradoEscuela de Artes Plásticas
Dra. Vanessa  Ramírez MayorgaInstituto de Investigaciones en Salud (INISA)
Ing. Carlos Araya JiménezEscuela de Ingeniería Eléctrica
  

 

miércoles, 15 de julio de 2020

2020 reporta incremento del 24% en sanciones por llevar niños sin dispositivos de retención adecuados en los vehículos


Un incremento del 24% en la cantidad de boletas por llevar niños menores de 12 años en los vehículos, sin los dispositivos de retención de menores adecuados a edad, peso y talla, es el resultado estadístico al cabo de los primeros cinco meses del 2020.


En total, son 678 los conductores que llevaban en su vehículo a su hijo, a la nieta, a la sobrina, a los primitos de su hijo, sin los dispositivos de retención que buscan reducir el riesgo de lesiones o muerte, en caso de un accidente de carretera. Esta cifra supera en 131 casos a los 547 reportados entre enero y mayo del 2019.

El Director General de la Policía de Tránsito, Lic. German Marín Sandí, estima que ha existido un relajamiento de los adultos con este tema, pues no puede ser achacado a los controles en torno a la pandemia, ya que en mayo se sancionaron a 171 conductores, en abril 127, pero en enero fueron 178, cuando no habían controles por Covid-19.

“Nos inclinamos a pensar que las personas olvidan sus obligaciones como adultos, respecto a proteger a los menores que están a su cargo. En enero sancionamos 178 conductores por este tema, un mes en el que la gente se va para la playa, en febrero fueron 125, un mes de regreso a clases, donde muchos papás llevan a sus hijos a la escuela. En marzo sí tuvimos una caída hasta 77 casos, posiblemente por el inicio de las medidas en torno al Covid-19, pero ya en abril y mayo tuvimos incrementos importantes. Si bien no los justifica, el que los papás o abuelos estén a cargo de los niños, que no están asistiendo a clases, hace que salgan más con ellos y olviden los dispositivos”, resumió Marín.


La hipótesis de la Policía de Tránsito de un relajamiento de los adultos parece tener sentido, tomando en cuenta que también en enero del 2019 reportó el mayor número de sanciones para aquellos primeros 5 meses, con 139 multas, pero por debajo de las 178 de enero del 2020.

Febrero presentó cifras similares, en ambos años (108 y 125 respectivamente, propias del regreso a clases, pero con más caso este año) y marzo igual (92-77). Para abril, el 2019 tiene un incremento hasta los 131 casos, pero se debe tomar en cuenta que estuvo la Semana Santa de por medio. En mayo del año pasado las cifras cayeron a 77 sanciones contra los 171 del 2020.

Por otro lado, Marín también alzó la voz por la cantidad de menores con edades por debajo de los 5 años que viajaban en una motocicleta. En total, la Policía de Tránsito ha sancionado 80 conductores por este motivo, mientras que el año pasado fueron 59 en 5 meses. Es decir, un incremento del 35%.


“Ya lo hemos dicho ampliamente, un niño, a esas edades, no tiene la capacidad de sujetarse adecuadamente a un vehículo, es un riesgo insistir en trasladarlo en un automotor que, además, no brinda mayor proyección de carrocería, en caso de un percance”, acotó el Director de Tránsito.

La Policía de Tránsito ya se prepara para insistir en estos controles durante el regreso a clases, anunciado por el Gobierno para el mes de agosto.

Tanto el llevar menores sin dispositivos de retención como trasladar niños en motos, con edades inferiores a los 5 años, implican una multa de ¢220.774,19 y acumulan 4 puntos en la licencia.

Con información cortesía del MOPT.

INS se suma a la batalla que libra la CCSS y el Ministerio de Salud ante el COVID-19


La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y el Instituto Nacional de Seguros (INS) suscribieron un convenio de cooperación que permitirá a la seguridad social costarricense contar con 48 camas del Hospital del Trauma para la atención de pacientes COVID-19.


Según explicó el doctor Mario Ruiz Cubillo, gerente médico de la CCSS, en el contexto epidemiológico que vive nuestro país, a causa del impacto del virus SARS-coV-2, es primordial reforzar la cooperación interinstitucional para evitar la saturación de los servicios de salud, en especial las unidades de cuidados intensivos a causa de la COVID -19.

El gerente médico explicó que estas camas serán utilizadas para el traslado y la atención de pacientes del Centro Especializado de Atención de Pacientes COVID-19 (CEACO) que muestren una condición de mejoría, se encuentren estables y que no posean un compromiso ventilatorio. “Esto nos permitirá incrementar la capacidad instalada de nuestro centro especializado”.

A partir de lo acordado, el INS proporcionará a la CCSS 48 camas, ubicadas en el ala sur del Hospital del Trauma, con gases, ropa de cama y ropa para el paciente, alimentación para los pacientes, personal encargado del aseo e insumos necesarios para la limpieza; servicios de esterilización y personal de salud adscrito a esa ala del hospital: médicos generales, enfermeros, auxiliares de enfermería y asistentes de paciente.

“Esta alianza entre la CCSS y el INS amplía nuestra capacidad hospitalaria y de preparación ante cualquiera de los eventuales escenarios que la pandemia nos presente. Nuestro deseo es no llegar a utilizar esta capacidad y apelar a la prevención, que sigue siendo lo más importante” afirmó el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada.

Además, la CCSS aportará mayor cantidad de personal, sean médicos generales, médicos especialistas, enfermeros u otros profesionales de la salud, en caso de que se requieran.
Cabe destacar que, a efectos de evitar contagios de COVID-19 entre el personal y los pacientes del Hospital del Trauma, se definirán flujos de entrada y salida tanto para los pacientes trasladados como para los funcionarios de la CCSS.

Por su parte, Róger Arias Agüero, presidente ejecutivo del INS, dijo que: “este es un momento en el que debemos unir esfuerzos, sólo trabajando juntos saldremos adelante y este convenio entre el INS y la CCSS es un buen ejemplo de ello”.

 “El Grupo INS una vez más se pone al servicio de las y los costarricenses ofreciendo 48 camas de su Hospital del Trauma para atender a pacientes COVID-19; pero más allá de las camas, estamos también aportando el personal de salud adscrito a esa ala del Hospital, me refiero a médicos generales, enfermeros, auxiliares de enfermería y asistentes de pacientes, quienes hoy se unen a esa larga lista de héroes y heroínas, en la primera línea de defensa. Para ellos y ellas, también nuestro agradecimiento”, agregó Arias.

La firma constituye una adenda al convenio suscrito en marzo anterior entre las instituciones para la atención de pacientes del Centro Nacional de Rehabilitación en las instalaciones del Hospital del Trauma.


jueves, 9 de julio de 2020

MOPT cumple 160 años desarrollando megaproyectos que ayudarán a la reactivación económica del país


Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR 

La emergencia originada por la pandemia del COVID-19 ha paralizado varios sectores de la economía nacional y mundial a causa de las medidas sanitarias que se imponen para proteger la vida de la población. Paralelamente, y a pesar de lo adverso del escenario, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes no ha detenido el ritmo en la construcción de obras que son de vital importancia para el país. De esta manera celebran su 160 aniversario, con mucho trabajo. 


En medio de la primera ola de contagios en el pasado mes de abril, el Gobierno de la República se comprometió en acelerar la ejecución de megaproyectos de infraestructura vial como motor para la reactivación de la economía nacional, una vez superada la crisis generada por el COVID-19. Entre otras obras, se trata de la concesión San José-Cartago; San José-Río Frío y de la ampliación de la Ruta 27, así como de la carretera entre San José y San Ramón, que administra el Fideicomiso Ruta 1. 

“La inversión pública en alianza con el sector privado será el motor para la reactivación económica cuando superemos la pandemia y empecemos una nueva modalidad de vida”, afirmó el presidente Carlos Alvarado. 

Rodolfo Méndez Mata, jerarca del MOPT, aseveró que para salir de la crisis, es primordial activar la inversión en infraestructura, la cual es un generador de empleo y un motor de recuperación económica. En coincidencia, la jerarca de Mideplan, Pilar Garrido, comentó que "un elemento fundamental de la fase de recuperación, para enfrentar las repercusiones económicas de la pandemia por COVID-19, pasa por acelerar proyectos de infraestructura mediante la promoción de mecanismos alternativos, como las alianzas público-privadas”. 


Megaobras en proceso 

Ruta 27 – San José – Caldera. Es un proyecto de concesión vigente, cuyo concesionario es Autopistas del Sol S.A (Globalvía). La inversión total estimada del proyecto es de $500 millones de dólares. 

En este momento se avanza en los estudios del anteproyecto para dimensionar los costos involucrados. Se tiene concluido estudios técnicos de topografía y el trazado geométrico completo hasta el intercambio de Orotina, y los estudios geotécnicos hasta el intercambio de Atenas. También se finiquitó el estudio completo de tráfico y las expropiaciones entre Escazú y Ciudad Colón. El inicio de los trabajos se tiene para el mes de setiembre del 2021. 

San José-Cartago. Se intervendrán 24,3 km de vía con el fin de impulsar un corredor vial moderno y eficiente entre Cartago y San José, sobre la carretera Florencio del Castillo. La inversión total estimada del proyecto es de $400 millones de dólares. En octubre del 2019, la Junta Directiva del CNC aprobó la postulación hecha por la empresa constructora MECO, para rediseñar, ampliar y operar la autopista Florencio del Castillo. El inicio de la construcción está para el segundo semestre del 2022. 

San José-Río Frío. Proyecto por iniciativa privada el cual consiste en la ampliación, mejoramiento y rehabilitación de la RN 32 entre Barrio Socorro y la intersección con la RN 4 (restaurante Doña Lela) y un tramo del Parque Nacional Braulio Carrillo. La inversión total estimada del proyecto es de $640 millones de dólares. Hernán Solís- GETINSA TPS es el consorcio que realizó la propuesta y efectúa los estudios que estarán finalizados en un plazo de 12 meses, aproximadamente. Las obras iniciarían en el segundo semestre del 2023. 


Fideicomiso San José-San Ramón. Proyecto en estudio por iniciativa pública que consiste en la ampliación y mejoramiento del Corredor Vial San José-San Ramón y sus radiales, de aproximadamente 55 km. Es administrado por el Banco de Costa Rica (Fiduciario), bajo la supervisión de MOPT-CONAVI (Fideicomitentes). La inversión total estimada del proyecto es de $400 millones de dólares. El informe final de factibilidad técnica, económica, financiera, ambiental y social, por parte de la empresa española IDOM, se debe entregar en julio 2020. 

Construcción de puente de 154 metros en León XIII: Recientemente arrancó la construcción de un puente de 154 metros de longitud sobre la quebrada Rivera, en el distrito tibaseño de León XIII. Con el arranque de estas obras, que forman parte de la Unidad Funcional II, estarán en ejecución simultáneamente las cuatro unidades que se llevan adelante para concluir la nueva carretera de Circunvalación Norte. Este puente -que tendrá 6 carriles- forma parte de la Unidad Funcional II y se complementa con una carretera a nivel de 1,3 km, ya en desarrollo. Con esto todas las obras de las cuatro unidades funcionales del proyecto Circunvalación Norte estarían en ejecución. 

11 proyectos viales en rutas cantonales: El trabajo articulado entre el Ministerio de Obras Públicas y Transportes y los Gobiernos Locales de distintos cantones del país, se traducirá en más obras con el arranque del “Paquete 2” del Programa Red Vial Cantonal II (PRVC II). Se trata de 11 proyectos de mejoramiento y rehabilitación de caminos ubicados en los cantones de Montes de Oro, Santa Cruz, Nandayure, Garabito, Puntarenas, San Mateo-San Ramón, San Ramón, Concejo de Distrito de Peñas Blancas-San Carlos y Naranjo. La inversión es de ₡4.812 millones. Los 11 proyectos deberán concluir en el primer trimestre de 2021. 


Construcción de túnel en Hatillo 6 arrancará a fines de año: Se firmó el contrato entre el MOPT/ CONAVI con la empresa Constructora Meco S.A, para el diseño y la construcción del nuevo túnel en el sector de Hatillo 6, con lo que se eliminarán los semáforos, garantizando un tránsito fluido sobre Circunvalación, señalización vertical y horizontal, entre otras labores que se desarrollan según el planteamiento de cada proyecto. La empresa constructora tiene 300 días, es decir, unos 10 meses, para construir el paso subterráneo. El proyecto fue adjudicado por un monto de ₡2.850 millones. 

También está en proceso de adjudicación de los proyectos para los cruces entre Hatillo 7 y 8 y en Hatillo 4, como parte de un plan integral para mejorar la fluidez en el sur de la capital y contribuir a tener una ruta de Circunvalación sin interrupciones, ya que se podrán eliminar los semáforos de la ruta principal y evitar los entrecruces sobre esa carretera en esos lugares. 

Adjudicado paso a desnivel de La Bandera: El nuevo paso a desnivel en la rotonda La Bandera ha sido adjudicado a la firma Puentes y Calzadas Grupo de Empresas, luego de completar el proceso licitatorio gestionado por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) y convalidado por el Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI). En la obra se invertirán 21 millones 127 mil dólares, provenientes del empréstito con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). 

Ampliación de La Angostura y de Barranca-Limonal: El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) firmó con el Consorcio Ruta 1 el contrato para la ampliación de los 2,4 km de La Angostura, en Puntarenas, y de los 50 km de la Interamericana Norte, Ruta 1, entre Barranca y Limonal. Una vez dada la orden de inicio, en el segundo semestre de este año, las empresas Hernán Solís SRL e Ingeniería Estrella S.A. tendrán 30 meses para la ampliación del tramo entre Barranca y Limonal y 12 meses para concluir los trabajos de la RN Nº17 La Angostura, entre El Roble y El Carmen, en Puntarenas. Ambos proyectos tendrán un costo de $182.572.060 el equivalente a unos ¢105.000 millones, según la oferta presentada por el Consorcio. Estas obras son financiadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 

Otras obras de infraestructura 

El Gobierno impulsa además el Tren Eléctrico de Pasajeros, sistema bidireccional que conectará Cartago, San José, Heredia y Alajuela. Será licitado al amparo de la Ley de Concesión de Obra Pública con Servicios Públicos, para diseño, construcción y operación. Inversión estimada: $1.500 millones. 

Dentro de los proyectos en estudio por iniciativa pública también destacan la concesión de la administración de los depósitos de vehículos de la DGPT-COSEVI y la concesión de la inspección técnica vehicular a partir del 2022.


miércoles, 8 de julio de 2020

Se crea la Asociación de Centros de Formación Vial de Costa Rica


Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR

La asociación se concreta con el objetivo de establecer un ente formal que permita canalizar de forma adecuada las necesidades que la sociedad tiene de un marco legal que brinde las bases técnicas para la enseñanza de la educación vial de forma integral y responsable. La idea surge luego de la realización de un congreso de educación vial en Costa Rica organizado por la Asociación Iberoamericana de Centros de Educación y Formación Vial (AICEFOV).


“Desde ese momento comenzamos a conformar un consejo técnico para brindar acompañamiento a las escuelas de manejo para que tengan la oportunidad de adquirir un perfil más profesional enfocándose en la formación y menos en la coordinación de citas para las pruebas teórico y prácticas”, comentó Jorge Peraza, presidente de la Asociación de Centros de Formación Vial de Costa Rica.

La ley 8709 de Regulación de las Escuelas de Manejo, es un texto firmado en el año 2009 que consta de poco más de dos páginas con cinco capítulos y un total de 28 artículos. En general, lo establecido en esta ley enmarca los requisitos mínimos legales para establecer una escuela de manejo. Contempla aspectos como las calidades mínimas del instructor como ser mayor de edad, pasar un examen de la Dirección General de Educación Vial con una nota mínima de 80, poseer licencia de conducir con al menos 5 años y no haber cometido infracciones graves en los últimos tres años.

Adicionalmente, esta ley indica los requisitos mínimos para establecer una escuela de manejo que son un aula acondicionada para clases teóricas, un instructor de manejo, un vehículo e higiene en las instalaciones. Partiendo de esta base, se establecen las funciones de las escuelas de manejo a nivel administrativo, de entrega de informes periódicos, acciones de prestación de servicios, entre otros.

“Esta ley solo establece los requisitos para que una escuela de manejo entre a funcionar pero no las regula en la calidad de formación que imparten. Las escuelas de manejo tienen un papel fundamental y social para obtener una licencia de manejo con formación en educación vial. Es decir, en este momento las escuelas no están formadas por un ente experto por lo que si se tiene un mal profesor –aunque cumpla con los requisitos legales-, se va a tener un mal estudiante. Este es el peligro que tenemos en carretera todos los días”, añadió Peraza.


Peraza indica que, en la práctica, muchas escuelas de manejo se están enfocando solo en que el estudiante logre obtener la licencia de conducir. Esto lo están logrando con una o dos clases en un plantel que tiene un circuito dibujado, practicando conos y reversa. Al momento de entregar la licencia, no se sabe qué tipo de formación se siguió, el conocimiento que se tiene en aspectos elementales como manejo defensivo, dominio de las leyes y las señales de tránsito, y una noción general de todos los aspectos que rigen en la convivencia en carretera.

La creación de la Asociación de Centros de Formación Vial de Costa Rica tiene como objetivo principal el fortalecimiento de la enseñanza que se brinda en las escuelas de manejo basada en el establecimiento de una sola cátedra que sirva de referente para que se replique en las aulas con los mismos índices de calidad. La estandarización de este sistema educativo se puede complementar con la experiencia de los formadores, pero teniendo siempre una base de formación integral.

“Queremos establecer un método de enseñanza que se pueda enriquecer con la experiencia de cada instructor. Tener licencia es fundamental incluso para optar por varios puestos laborales pero esto conlleva responsabilidades sociales muy grandes como son, primero que todo, la vida de quienes están en carretera; y desde el punto de vista laboral, la imagen de la empresa a la que estoy representando”, comentó.

Junta Directiva y Comité Técnico
Esta asociación reúne a dueños de escuelas de manejo como asociados pero no, necesariamente, en su junta directiva. Este órgano superior está integrado por profesionales en distintas áreas y disciplinas que se circunscriben en el tema de la educación vial. En su junta directiva hay abogados, ingenieros, instructores internacionales de manejo, entre otros especialistas. Es un órgano colegiado de profesionales especializados. La premisa es que si los dueños de las escuelas de manejo integran la junta directiva desde esa posición, no podrían ser objetivos ya que serían jueces y parte al mismo tiempo.

La asociación cuenta también con un comité técnico que brinda este tipo de soporte a la Junta Directiva integrado por exfuncionarios del Consejo de Seguridad Vial con muchos años de experiencia, expertos en seguros, abogados, ingenieros en seguridad vial y representantes del gremio del transporte público.

Este comité cuenta con el respaldo y acompañamiento de la Asociación Iberoamericana de Centros de Educación y Formación Vial (AICEFOV) y la Asociación Internacional de Profesionales para la Seguridad Vial (AIPSEV).

“Nuestra visión está puesta no solamente en el vehículo liviano. Nosotros estamos enfocados en todos los medios de transporte terrestre –a excepción del tren- y todos los agentes que forman parte del paisaje costarricense como el peatón, el ciclista, el motociclista, transporte público y privado, licencias B1 y licencias especiales” puntualizó Peraza.

De esta forma, la Junta Directiva dicta las políticas de la asociación y el Comité Técnico apoya con los criterios especializados que soportan el peso y la validez de dichas políticas.

La asociación está incluyendo el estudio de una tesis del Sr. Rafael Ferrucho Camargo presentada hace 10 años bajo el título “Estrategia para la Operación de las Escuelas Privadas de Formación de Conductores bajo la supervisión de la Dirección General de Educación Vial”, presentada y aprobada por el Instituto Centroamericano de Administración Pública (ICAP) en su programa de Maestría Nacional en Gerencia de Proyectos de Desarrollo, y en la que se propone una alianza estratégica con el ente rector de dicha materia en Suecia.

“Nuestro objetivo es elevar la formación en educación vial a un nivel socialmente responsable y sobrepasar por mucho el propósito básico de obtener una licencia, queremos que existan formadores profesionales e integrales que eduquen para proteger la vida. Del mismo modo, queremos estandarizar los métodos de enseñanza y el espectro tarifario. Hemos pensado incluso en realizar una oferta en línea de las escuelas de manejo que se incorporen a esta iniciativa”, anotó Peraza.

Peraza indica que están afinando detalles para presentar un plan al Gobierno a corto plazo que incluya la formación integral de  nuevos conductores, apoyar la generación de empleo y ocupación de plazas en conducción con personas capacitadas para ocuparlas.


“Nuestros funcionarios son héroes silenciosos”


Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR

La Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Ministerio de Salud son las dos instituciones que han tendido que trabajar día y noche, de manera incansable, para atender la emergencia por el COVID-19 en el país. Para esto, se ha dispuesto de personal y recursos materiales y financieros de manera extraordinaria logrando resultados que se destacan a nivel mundial.


Sobre la situación interna de la CCSS y la situación de sus funcionarios, conversamos con el Dr. Roberto Cervantes Barrantes, Gerente General de la institución, en una entrevista que compartimos a continuación.

¿Cuántos funcionarios está destinando la CCSS a atender emergencia por el COVID-19?
La CCSS tiene en este momento alrededor de 58.000 funcionarios. Por el sistema de red de servicios que tenemos, los 58.000 funcionarios están dedicados a atender la pandemia. Esta red se compone de 106 áreas de salud en las que encontramos 1.064 EBAIS y 29 hospitales. Cada vez que se encuentra un caso positivo por COVID-19, entran a trabajar varias áreas por lo que sería injusto decir que solo quienes están en los EBAIS u hospitales están atendiendo la emergencia. Todos estamos enfocados en atender la pandemia.

La CCSS está realizando sacrificios importantes a nivel económico con la disminución en el monto de las cuotas obrero-patronales y los montos de aseguramiento para Trabajadores Independientes. Desde el punto de vista financiero, ¿cómo está manejando la CCSS esta situación?
Hay que tomar muy en cuenta que la CCSS se alimenta de las contribuciones de los trabajadores, por lo que mientras más empleo haya, mejor vamos a estar. En este caso, la CCSS se ha visto muy afectada porque las contribuciones se han disminuido pero paralelamente le tiene que hacer frente a esta emergencia con gastos extraordinarios. Sin embargo, son gastos muy necesarios para sacar adelante esta situación. Si hablamos de cifras entre lo que se está dejando de percibir y los gastos que estamos teniendo, solo en el seguro de salud estamos dejando de percibir entre 400 y 450 mil millones de colones. Estamos haciendo un gran esfuerzo para atender a los usuarios en medio de esta pandemia sin dejar de brindar servicios urgentes y necesarios para la población.

La CCSS es la institución más rentable y solvente en Costa Rica. ¿Cuál es su valoración actual desde el punto de vista financiero?
La CCSS es una institución muy fuerte en Costa Rica que tiene reservas que las hemos enfocado en parte para atender ciertas obras que están en proceso como los hospitales de Puntarenas y Turrialba. Sin embargo, esta situación nos pone a realizar valoraciones constantemente porque no podemos destinar grandes cantidades de dinero a construcción si ese dinero nos va a hacer falta en algún momento para darle atención a la población. Al recibir menos cotizaciones, tenemos que equilibrar, lo que nos obliga a tener prudencia. Aun así, todo lo que en este momento se está construyendo se va a concluir, no se va a paralizar. Tenemos mesura con proyectos a futuro tomando en cuenta los gastos habituales que tenemos actualmente.

¿Cuál es la valoración que hace sobre la respuesta que Costa Rica le ha dado a la pandemia tomando en cuenta que el COVID-19 ha puesto en serios problemas a muchos países en el mundo?
La valoración que puedo hacer es que dichosamente el seguro social se creó hace 80 años. Paralelamente se fueron tomando decisiones en pro de una seguridad social tan robusta como la que hoy tenemos. En Costa Rica hubo un traspaso de hospitales y algo original e innovador como el expediente único en salud. Hace 25 años optamos por la atención primaria en los EBAIS, lo que hace que la atención sea diferente a otros países. Nunca hubiéramos podido invertir en salud lo que invertimos si tuviéramos un ejército, esto también es muy importante. Sumemos a esto la educación de los costarricenses porque, a pesar de que un pequeño grupo no acata las recomendaciones sanitarias, la realidad es que la gran mayoría sí lo hace. Aun falta una gran parte de la carrera que la podemos ganar si seguimos con el comportamiento que hemos tenido hasta la fecha.


¿Por cuánto tiempo más puede la CCSS sostener la atención que ha venido dando sin pensar en un escenario de saturación de servicios?
La CCSS estableció un centro de atención de emergencias y desastres propio de la institución. Luego, la Junta Directiva anterior, muy atinadamente creó un fondo para la atención de emergencias. Ese fondo contaba con 45 mil millones de colones, que luego bajó a 30.000 millones por las huelgas. Posteriormente se regresó a los 45 mil millones iniciales. En este momento hemos invertido 40.000 millones de colones en la emergencia y la Junta Directiva actual decidió reforzar hasta los 80.000 millones de colones. Así podemos soportar un tiempo y luego tendríamos que ir a nuestras reservas.

Con esto, lo que le quiero decir es que la CCSS no va a parar ni va a colapsar en esta emergencia desde el punto de vista financiero. El problema es otro, y es que existe el riesgo de que las camas no alcancen para atender a los pacientes que vayan a llegar tanto para internamientos como para la Unidad de Cuidados Intensivos. Dichosamente en el pasado hubo personas visionarias que pensaron que podría haber un evento de este tipo y fueron destinando un monto de dinero por año hasta llegar a los 45.000 millones de colones en el fondo antes mencionado.

Para nosotros el empleo es muy importante, por eso bajamos el aporte mínimo contributivo, para apoyar a las empresas y a los trabajadores independientes. Queremos instar a los contribuyentes a que continúen realizando los aportes porque solo de esa manera vamos a tener los recursos para seguir haciéndole frente al COVID-19.

ROSTRO HUMANO
¿En qué momento se comenzaron a preocupar o vieron que había una posibilidad y riesgo real de que el COVID-19 llegara al país, cómo fue ese momento?
Tengo muchos años de trabajar en la CCSS. Cuando a nosotros nos ha tocado enfrentar el cólera o el H1N1, y empezamos a leer sobre este nuevo virus a finales del mes de enero, nos dimos cuenta de que era una verdadera amenaza, por lo que comenzamos a preparar a la institución de inmediato. Si no hubiera sido así, no hubiéramos tenido los resultados que hasta el día de hoy tenemos. Esto ha sido posible también por la excelente relación que hay entre el Ministerio de Salud y la CCSS.

La preparación no es solamente tener equipos, mascarillas o ventiladores. La preparación también va en la capacitación de los funcionarios, de los directores de cada centro, la revisión constante por parte de grupos multidisciplinarios en un hospital, la revisión de todo lo que se está publicando en el mundo diariamente, etc. Si de algo debemos estar orgullosos en el país es del conocimiento que tienen nuestros expertos en este tema. Es más, hemos tenido la oportunidad de compartir nuestra experiencia con otros países.

¿Cuál ha sido el cambio en el ritmo de vida de los funcionarios de la CCSS desde que inició la emergencia?
Los funcionarios de un centro de salud salen de sus hogares todos los días a enfrentar a su enemigo potencial que es el COVID-19. Esto implica que hay un grado adicional de estrés y preocupación a la hora de laborar ya que tienen que estar alertas porque en cualquier momento puede llegar un caso positivo. A esto hay que sumarle que hoy tienen que utilizar una serie de artículos de protección que antes no eran necesarios. Cada vez que un compañero sale positivo, se genera un ambiente de incertidumbre en su entorno laboral y personal. Algunos han decidido vivir aparte para no exponer a sus familias. La atención de esta emergencia ha sido algo muy difícil para los funcionarios de la CCSS que trabajan en atención de emergencias, en limpieza de quirófanos, de las áreas de pacientes con COVD-19, etc. Muchos de los funcionarios de la CCSS en este momento están viviendo una realidad muy dura.

Para trabajar en salud y lograr los indicadores que tiene Costa Rica, tiene que haber un recurso humano que hizo llegar al sistema hasta donde hoy está. Nuestros indicadores no son producto del azar, sino del esfuerzo de excelentes colaboradores y eso se demuestra en la actualidad. Nuestros funcionarios son héroes silenciosos porque quienes están fuera de un hospital no saben quiénes están adentro hasta que llegan a un servicio de emergencia y reciben la atención que corresponde.

Como Gerente General me toca conversar con muchos de ellos y a veces me dicen algo muy cierto. Ellos están atendiendo esta pandemia trabajando sábados, domingos y feriados. Cuando la pandemia termine son ellos mismos los que van a tener que atender la gran cantidad de citas, cirugías y procedimientos que se tuvieron que posponer producto de la emergencia. Ellos mismo me mencionan que van a tener muchas vacaciones acumuladas porque los mismos que hoy están en el frente de batalla son los que van a tener que atender los efectos posteriores de la pandemia.

¿Cómo está atendiendo la CCSS las situaciones que se derivan de un caso positivo en los cuerpos de salud?
En este momento, más de 200 funcionarios han salido positivos por COVID-19. Una vez que se identifica un caso así, se gira la orden sanitaria que corresponde y se hace el rastreo de todos los contactos que esa persona tuvo en esos días. Hemos desarrollado un plan de atención sicológica para estos funcionarios. También hemos realizado asociaciones importantes con la empresa privada para brindar contención a los trabajadores.

Si tuviera en frente a los 58.000 funcionarios de la CCSS, ¿qué les diría?
A mis compañeros, colegas y amigos, les diría que somos un ejército de salud y un ejército de héroes. Les diría que soy muy optimista porque con el conocimiento, el empeño, trabajando de día y de noche, hemos logrado salir adelante. Personalmente, tengo el compromiso de brindarle las mejores condiciones para que laboren hasta donde podamos. Todos estamos haciendo un esfuerzo por darles lo mejor. Sigamos trabajando por los ciudadanos, amigos y familiares que requieren de nosotros. Les daría un profundo agradecimiento no solo en nombre de la CCSS sino también en nombre de todos los costarricenses porque han logrado cosas increíbles en tiempo récord. Necesitamos a todos y cada uno de los funcionarios de la CCSS para luchar contra esta pandemia.

martes, 7 de julio de 2020

Reconocimiento, compromiso y responsabilidad


-Editorial-

Al día de hoy, Costa Rica se encuentra en la segunda ola pandémica ocasionada por el COVID-19. La primera se desarrolló con relativo control, lo que sirvió de entrenamiento a los cuerpos de salud para prepararse ante escenarios más demandantes. Dicho escenario ya llegó y nos encontramos con instituciones robustas y bien preparadas como el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social, quienes están trabajando 24/7 sacrificando descanso y tiempo en familia para atender esta emergencia que no tiene precedentes a nivel mundial. A estos funcionarios, nuestro agradecimiento más sincero.


Lamentablemente, y como estas mismas instituciones lo han repetido en varias oportunidades, no existe ningún sistema de salud en el mundo que pueda soportar y atender un contagio generalizado en un solo momento, por lo que el mayor temor está en que se repita la dramática y terrorífica experiencia de países como Italia, España, Estados Unidos, Ecuador, China, entre muchos otros. Como recordaremos, sus sistemas de salud colapsaron y los fallecidos se acumulaban en los cementerios y en algunos casos en las calles.

Pero la solución o la oportunidad de contener el crecimiento exponencial de los contagios está en manos de todos nosotros. Ante la ausencia de un tratamiento confirmado o una vacuna, la única opción para brindar una solución es acatar las normas de distanciamiento físico, el lavado correcto de manos y el uso correcto y complementario de las mascarillas o caretas.

¿Se puede evitar el contagio general? Los expertos han indicado que no. Sin tratamiento ni vacuna, es difícil hablar de un freno en los contagios. Lo que ellos están tratando de evitar es que todas las personas se contagien al mismo tiempo saturando los sistemas de salud. Los contagios van a continuar pero hay que tratar de que éstos se den de manera paulatina y lenta; al tiempo que se reactiva la economía con mucha disciplina sanitaria. Sin embargo, si unos pocos deciden no acatar estas normas –por rebeldía, negligencia o ignorancia-, y tomando en cuenta la capacidad de contagio de este virus, los esfuerzos de la mayoría se pueden ver empañados.

Es nuestra responsabilidad, la de cada uno de nosotros, proteger y protegernos pero además, instar a las demás personas a hacer lo mismo. Debemos educar con el ejemplo y al mismo tiempo con asertividad. No es una solución costosa o difícil, solo requiere de disciplina, voluntad, empatía y compromiso con las poblaciones de mayor vulnerabilidad. Es decir, con nuestros padres, abuelos y seres queridos con factores de riesgo.

Pasaremos a la historia como la generación que enfrentó la pandemia más demoledora de los últimos 100 años. Que ese legado sea positivo, que sirva de ejemplo y motivación, que sea un factor que ayude a recobrar la confianza y la esperanza en la humanidad, que le dé un mayor significado a la resiliencia y a la misericordia. Que nos haga más humanos.



sábado, 4 de julio de 2020

21 preguntas sobre el COVID-19 en medio de la segunda ola de contagios


Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR

“Fue en el mes de diciembre cuando mi compañero epidemiólogo me comentó que había un virus nuevo en China, el SARS-CoV-2 que causa el COVID-19. Esperaba que pudieran controlarlo como sucedió con el otro SARS unos años atrás. Pero a mitad de enero vimos una gran cantidad de casos y fue ahí cuando nos dimos cuenta que vendría para Costa Rica. En la segunda semana de enero activamos todos los sistemas de emergencia en la CCSS y en el Ministerio de Salud para hacer todos los lineamientos y protocolos. Sabíamos que iba a llegar”, comentó Guiselle Guzmán Saborío, especialista en Epidemiología de Campo y Laboratorio de Diagnóstico, quien además es la Jefa del Departamento de Salud Colectiva de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).


La Dra. Guzmán destinó unos minutos de su apretada agenda para contestar 21 preguntas puntuales pero determinantes para entender cuál es la situación que Costa Rica está enfrentando con respecto a la pandemia por el COVID-19.

1. Desde el punto de vista epidemiológico y en comparación con lo que se conoce del comportamiento del COVID-19 en el mundo, ¿ha habido alguna variación en el caso de Costa Rica?
No vemos que exista un comportamiento diferente. Lo diferente son las medidas que se han tomado y el momento en que se han tomado. El sistema de salud que tiene el país en comparación a muchos otros países del mundo es el factor diferenciador. El comportamiento del virus ha respondido a las medidas que se han tomado. Epidemiológicamente hablando, el COVID-19 se ha comportado de manera normal con más casos en ciertos momentos.

2. ¿A qué se debe la baja mortalidad que hasta el momento se ha registrado en el país?
Al sistema de atención en salud y a las medidas restrictivas que se han tomado que en un inicio nos permitieron planificar, prepararnos, conocer más el virus y de esta forma alistar los servicios. Los primeros casos importados nos sirvieron como simulacros para preparar a los equipos y enfrentar una mayor cantidad de casos. Los equipos básicos de atención en salud a nivel local son una gran ventaja que tiene la CCSS sobre otros países porque llegan prácticamente a todas las comunidades en las que se cuenta con mucho conocimiento sobre su población y sus factores de riesgo. España, Italia y Estados Unidos, por ejemplo, no tienen primer nivel de atención en salud, lo que impidió que algunos casos se trataran de manera ambulatoria por lo que al llegar al hospital, el paciente ya se encontraba delicado. Otro factor es que otros países no tienen un seguro como el que tenemos aquí.



3. ¿Es comparable el COVID-19 con otros virus respiratorios como por ejemplo la influenza como para realizar comparaciones en la atención, el contagio o las acciones de mitigación?
En este momento no se pueden comparar ya que solo tenemos seis meses de tener el COVID-19, mientras que tenemos 11 años de tener influenza H1N1, o más de 20 años de tener influenza A y otros virus estacionales. El COVID-19 es un virus pandémico del cual la población no tiene ninguna barrera de defensas en su sistema inmunológico, tampoco sabemos cuánto le duran las defensas a una persona que ya se recuperó del COVID-19. Apenas estamos estudiando este virus por lo que hay muchas cosas que aun no conocemos; así son las cosas en una pandemia. Cuando se dio la influenza aviar en el 2004 con un 50% de mortalidad, en la CCSS nos preparamos para cerrar por completo el país si llegaba un caso, del mismo modo con la H1N1, y en ambos casos fuimos aprendiendo sobre la marcha. La diferencia es que hoy tenemos redes sociales y mucha tecnología que nos permite tomar decisiones con mayor rapidez. No podemos comparar la influenza con un virus respiratorio como el COVID-19 porque no conocemos la mortalidad que nos va a causar y el nivel de saturación en los servicios de salud. Es importante recalcar que todas las medidas que se toman para enfrentar un virus respiratorio, son las mismas que se están aplicando para el COVID-19, por lo que la circulación de los otros virus respiratorios, en este momento, es muy baja.

4. ¿Cuánto tiempo pasó entre el momento en que llegó al influenza al país y la contención de la misma?
La influenza en Costa Rica inició en el 2009 y más o menos en el 2011 fuimos incorporando las medidas contra este virus dentro del funcionamiento normal de la sociedad. En el 2008 nosotros habíamos comenzado el programa de Vigilancia Centinela y para el 2011 teníamos un programa nacional para controlar influenza A, influenza B, H1N1 y todos los demás virus respiratorios. Demoramos más o menos dos años para incluir el virus de la influenza como un virus circulante con todas las medidas adaptadas para manejarlo.

5. El Dr. Marco Vinicio Boza de la CCSS mencionó hace poco que en este momento hay transmisión comunitaria de influenza en el país pero que está controlado y se sabe vivir en este virus. ¿El contagio comunitario se tiene que evitar a toda costa o del todo va a tener que suceder?
Las pandemias tienen cuatro etapas por las que hay que pasar inevitablemente, más aún porque no tenemos defensas ante un virus nuevo como como el COVID-19. Las etapas son: casos esporádicos, conglomerados, transmisión comunitaria y la última que es cuando se dice que el virus es epidémico en todo el país. Lo que pasó con la influenza es que se convirtió en un virus estacional circulante, lo que significa que mucha gente se contagió y hay inmunidad de rebaño. El virus de la influenza sigue haciendo variaciones genéticas pequeñas por lo que las vacunas anuales incluyen estas variaciones. Entonces, en Costa Rica estamos protegidos porque nos dio influenza, porque nos vacunamos o porque nos protege la inmunidad de rebaño. Esta es la diferencia entre un virus nuevo como el COVID-19 y uno que pasó a ser estacional o circulante como la influenza.


6. ¿La transmisión comunitaria afecta a todo el país en el momento que se presenta?
Importante es aclarar que la transmisión comunitaria no se da simultáneamente en todo el país, sino de forma zonal y de acuerdo al estudio de tamizaje y muestreo masivo en determinado sector. Todas las comunidades van a tener que pasar por esto hasta que se vaya creando inmunidad para luego obtener una vacuna y finalmente se adapte para poder sobrevivir con este virus de manera circulante como los demás virus respiratorios. Por otra parte, el tema de la vacuna es incierto porque aún no se sabe cuánto tiempo le duran las defensas a una persona recuperada de COVID-19.

7. En este momento estamos en la segunda ola de la pandemia en Costa Rica. ¿Cuántas olas o procesos pueden haber en una pandemia o qué factores entran a jugar en esta dinámica?
Se llaman olas pandémicas o curvas las que se van presentando. Lo que sucede es que el virus se va desplazando a lugares donde no había casos y como la gente no tiene defensas, hay un incremento en casos positivos. Entonces, las olas o las curvas es lo que sucede cuando el virus se traslada a zonas donde la gente es susceptible a infectarse, es por eso que la apertura de ciertas actividades como la turística se tiene que hacer con cautela y respetar el distanciamiento corporal.

8. ¿Cómo me puede ejemplificar el trabajo que ustedes están haciendo y que no se aprecia a simple vista en la sociedad?
Por ejemplo, nos llegó un caso de un adulto mayor positivo por COVID-19 a uno de nuestros hospitales el sábado en la noche. Cuando se recibe a este paciente, los médicos saben que viene de un hogar de ancianos, por lo que en ese momento se dispara una alerta en el sistema de salud. El hospital llama al epidemiólogo regional quien convoca a las áreas de salud involucradas con el hogar de ancianos. Este personal tiene un Equipo de Respuesta Rápida conformado por un médico, alguien de enfermería, un técnico de atención primaria, alguien de registros médicos y un chofer. El equipo se tiene que trasladar al hogar de ancianos para habiendo planificado la obtención del equipo de protección personal, los insumos para tomar las muestras, equipo para registrar los casos, conseguido las hieleras para almacenar las muestras y coordinado con el laboratorio para el envío de las mismas. En el hogar de ancianos, el equipo tiene que identificar, una por una, las personas que tuvieron contacto con el paciente y definir el nivel de exposición. Luego, se tiene que hacer el mismo rastreo con las familias de las personas que trabajan en ese lugar y los contactos que ellos tuvieron. Se tienen que identificar todos los contactos de alto y bajo riesgo de exposición cuyo seguimiento es diferente según sea el caso. El equipo se desplaza si hay que hacer muestras en el domicilio y se incluye a la familia en esos rastreos. Finalmente, se identifica a la población vulnerable dentro de la comunidad estudiada. Esto es lo que se hace en un día normal con un solo caso positivo por COVID-19. Son gestiones que se tienen que hacer de inmediato y sin importar la hora.

9. Para efectos de reconfirmar, la mascarilla mal utilizada se puede convertir en un riesgo de contagio, ¿es correcto?
Mientras no había riesgo de transmisión comunitaria, no era necesario que se recomendara el uso de la mascarilla. Debe quedar claro que el uso de la mascarilla siempre debe ir acompañado de las demás recomendaciones como el distanciamiento físico y el lavado de manos. Yo veo todos los días cómo la gente usa la mascarilla en la calle, manipulándola, quitándosela, poniéndosela nuevamente y sin una buena higiene de manos. Usar mascarilla sin lavado de manos o higiene con alcohol en gel, se convierte en un riesgo de infección. Las personas tienen que llevar consigo varias mascarillas para el recambio, guardar la mascarilla usada en una bolsa cuando se la quita y ponerlas a lavar con agua y jabón cuando llegue a su hogar. Si el índice de contagio normal es de 1.8 (casi dos personas), con un buen uso de la mascarilla el riesgo se reduce a 1.



10. ¿El uso de la mascarilla debería ser una obligación o un acto de responsabilidad?
Es un acto de responsabilidad individual y una obligación en los espacios en los que tengo la posibilidad de exponer a otros como los espacios cerrados. En el transporte público, en los ascensores, en una oficina cerrada, etc., es una obligación. Incluso, si vivimos con personas con factores de riesgo y tengo que salir constantemente, debería usar mascarilla en el hogar para protegerlas.

11. Desde el punto de vista epidemiológico, ¿cuál sería la mejor manera en que se pudieran abrir las fronteras?
Es importante entender que la evaluación de las medidas que se toman no se puede aislar de aspectos tan importantes como la pobreza y el desempleo. Si mantenemos las fronteras cerradas de manera permanente, el desempleo, el hambre y la pobreza va a aumentar. Entonces, la medida no va a ser efectiva y la población se vería más afectada, más aun en un país tan turístico como Costa Rica. En este momento estamos revisando el caso de cada uno de los repatriados y girando las órdenes sanitarias del caso. Cuando se permita el ingreso de extranjeros, vamos a tener medidas de cuarentena, vigilancia y tomaremos muestras de quienes hayan tenido contacto con infectados por COVID-19. Vamos a mantener siempre una vigilancia estricta. Es muy probable que con la apertura de fronteras aumenten los casos, pero tiene que ser de una manera controlada, vigilada y monitoreada. Por otra parte, las comunidades que visiten los turistas deben estar muy bien organizadas para proteger a sus habitantes y a los turistas. Pueden aumentar los casos, pero tenemos que evitar que aumente la mortalidad identificando y protegiendo a las personas vulnerables de las comunidades.

12. La gente se pregunta cuándo va a terminar esta situación, se habla de Navidad, por ejemplo. ¿Hay un tiempo estimado, según el comportamiento de otras pandemias, en el que se espera que pueda haber un control sobre el COVID-19?
Cuando se toman las medidas sanitarias y de reactivación económica, se tiene que tomar en cuenta también el tiempo que se puede necesitar para el desarrollo de una vacuna o de un medicamento. Ante el panorama actual, pensar en diciembre sería un periodo muy corto para tener soluciones de este tipo por las variabilidades que tiene este virus en especial. Con una vacuna y un medicamento podríamos hablar de la posibilidad de controlar la situación, pero como no es así, necesitamos lograr la inmunidad de rebaño (el contacto de la mayor parte de la población con el virus). Suecia, por ejemplo, con pocas medidas restrictivas además de una buena cultura de autocuidado, ha logrado 50% de inmunidad de rebaño en seis meses; nosotros no hemos llegado ni al 5%. Para nosotros, este primer año va a ser el de mayor impacto porque vamos a tener contagios en las zonas más pobladas y con mayor dinámica social como el Gran Área Metropolitana. Tenemos que empezar a ser más creativos, a innovar y a comenzar a vivir con otra realidad.

13. Hay países que han priorizado el tema económico y las medidas sanitarias han sido muy flexibles o nulas como es el caso de Estados Unidos, Brasil o Nicaragua. ¿Esos países van a salir de la pandemia más rápido que Costa Rica logrando la inmunidad de rebaño pero a un costo muy alto?
Lo que sucede es que esos países no tienen buenos sistemas de salud, son países con altos índices de pobreza y no tienen un primer nivel de atención en salud para que tengan a la población en control. En países así, la propagación es altísima al igual que el índice de mortalidad, la respuesta es muy pobre y pueden lograr la inmunidad de rebaño muy rápidamente. Lo que sucede es que una vida es demasiado cara comparada con las medidas que podemos tomar que son tan baratas.

14. ¿Una persona sin factores de riesgo puede enfermar gravemente por COVID-19?
Claro que sí. Los sistemas inmunológicos no siempre son iguales. Puede ser que este virus a una persona le ocasione una gripe leve pero a otra la puede mandar a la cama por varios días. Depende mucho del sistema inmunológico de cada uno, del estado físico, el estado mental, el entorno, la capacidad y cantidad del virus a la que se expone, el estrés, entre otros. Hay tres factores que hay que tomar en cuenta en un proceso de infección que son el individuo o huésped con sus condiciones personales a nivel de sistema inmunológico, el ambiente o entorno, y el tiempo y cantidad de virus al que se expuso. Una persona puede no tener factores de riesgo pero sufrir un fuerte impacto por el virus, como también puede tener factores de riesgo y no tener mayor afectación.

15. ¿Contagia más un sintomático o un asintomático?
Hay estudios que revelan que tanto un sintomático como un asintomático tienen la misma capacidad de contagio. Es por este motivo que muchos países hacen grandes esfuerzos por identificar a los asintomáticos especialmente en comunidades vulnerables como lo hemos visto recientemente en Pavas.

16. ¿El virus ha mutado, se ha envejecido, sigue igual?
La genotipificación del virus que es el estudio que analiza todos los fragmentos que componen su ARN. Estos son exactamente iguales a los de Italia, España, China y Estados Unidos. No hemos identificado mutaciones por lo que no hay variabilidad en la parte clínica.

17. ¿Qué tipo de secuelas puede dejar este virus en alguien que lo padeció?
Este virus afecta el sistema respiratorio y el cardiovascular. Una persona que requiera de hospitalización, oxígeno o respiración asistida, podría sufrir de fibrosis pulmonar que sucede cuando el pulmón pierde la capacidad de expansión lo que podría ocasionar problemas respiratorios de por vida. Esto podría tener relación también con un posible evento cardiovascular.

18. ¿Cuánto tiempo pasa, en promedio, una persona en hospitalización por COVID-19 en el país?
El promedio de una persona que tiene una hospitalización regular –sin ser remitido a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)- es de ocho días. En el caso de los pacientes que tienen que ir a UCI, el promedio es de entre 16 y 17 días. Todo es variable, ya que hemos tendido a una persona en UCI durante tres meses o más. Por eso hacemos énfasis en el tema del colapso del sistema hospitalario. Es por eso que exhortamos a que la gente que podría necesitar hospitalización no debería contagiarse.

19. ¿Por cuánto tiempo podría tener inmunidad una persona recuperada de COVID-19?
Ese tema aún está en estudio. Según la literatura, para los demás coronavirus el tiempo de inmunidad es de dos años y si el virus no muta, podría ser una inmunidad permanente. Es decir, que sus sistemas estarían protegidos de una nueva infección por ese lapso luego de haberse curado. Sin embargo, para el COVID-19 esto no se puede definir aun porque este virus tiene seis meses de haber aparecido y los recuperados tienen cinco de serlo. Aun no hay certeza de cuánto tiempo podría durar esa inmunidad.

20. Hace unos días, en el Washington Post se publicó un artículo que decía que podrían haber hasta diez veces más infectados a  nivel mundial que los reportados de forma oficial. ¿Es así?
Infectólogos famosos en Estados Unidos han dicho que puede haber entre siete y diez veces más infectados y esto pasa justamente por los asintomáticos y por las personas que tuvieron síntomas muy leves que nunca se enteraron que tuvieron COVID-19. Eso está pasando en muchos países como China en donde los asintomáticos siguen propagando la infección, por eso aparecen nuevos conglomerados y nadie sabe de dónde se originó. En algún momento, cuando hagamos pruebas para hacer un conteo de anticuerpos por coronavirus, nos daremos cuenta cuál es el porcentaje de asintomáticos que tuvieron el virus y nunca lo supieron.

21. El 1 de julio se reportaron 294 casos positivos por COVID-19. ¿Cuál es la valoración que puede hacer de la situación que hoy vivimos tomando en cuenta el estado o capacidad de hospitalización de la CCSS que mencionó el Dr. Ruiz en un informe detallado el 28 de junio en conferencia de prensa?
La gente tiene que ser consciente que tiene que proteger a la población de riesgo, sea familiar, vecino o compañero de trabajo. Si la transmisión se da en esos grupos, simplemente no habrá sistema de salud que soporte esa situación. La cama que podríamos necesitar para nuestra mamá o nuestra abuelita que nosotros contribuimos en contagiar, va a ser la cama que vamos a necesitar. El virus no se puede detener al igual que el contagio, pero sí podemos salvar vidas y evitar fallecimientos. Tenemos que utilizar las medidas de prevención para proteger a esta población.
  
Guiselle Guzmán Saborío

Jefa del Área de Salud Colectiva de la CCSS. Licenciada 
en Medicina y Cirugía con una especialidad en Epidemiología 
de Campo y Laboratorio de Diagnóstico. Máster en Servicios
 de Gerencia de Salud y con formación en el Programa Líderes 
en Salud Internacional de la Organización Panamericana de la Salud.

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