lunes, 28 de octubre de 2019

“Siempre tuve claro que yo no era un cáncer”



Richard Ordoñez Uribe | Revista SOMOS CR

Hace siete años, Lussania Víquez Alfaro, presentadora de radio y televisión, recibió una noticia que cambió su vida marcando un antes y un después. El cáncer de mama que se le diagnosticó en etapa uno fue el inicio de una serie de tratamientos pero también de enseñanzas de vida que Lussania hoy valora porque convirtió un padecimiento en una misión.

En la siguiente entrevista, Víquez nos cuenta cómo vivió el proceso y comparte un testimonio de vida que será de utilidad tanto para las personas que están enfrentando al cáncer en este momento como para sus familiares y amigos.


 ¿Cómo se dio cuenta que tenía cáncer de mama?
Me doy cuenta porque en un autoexamen me siento una pelotita muy pequeña que podría ser de unos 8 milímetros. Fui al médico para hacerme un ultrasonido y me dijeron que era nada, luego noté que seguía creciendo y fui nuevamente pero el diagnóstico fue el mismo, me dijeron que podía ser grasa y que tomara vitamina E para que se deshiciera, pero la pelotita se hacía cada vez más grande. Mi familia y amigos me decían que fuera nuevamente al médico pero yo no quería parecer hipocondriaca más aun cuando ya había ido y hasta una biopsia me habían hecho. Yo tenía 25 años, siempre había llevado un estilo de vida saludable y no tenía antecedentes familiares. Todo tenía que estar bien.

Resulta que decidí ir nuevamente a consulta y la doctora me refirió a un oncólogo. En ese momento, ni siquiera sabía qué era un oncólogo. Me hicieron un examen y nunca se me va a olvidar el diagnóstico: “Sospechoso por malignidad mas no concluyente”. Volvieron a hacer el examen y efectivamente salió que era cáncer en primer grado. Esto sucedió en el 2012 y yo ya tenía 26 años.

¿Cuál fue su primera reacción cuando le confirman que tiene cáncer?
No fue como mucha gente podría pensar. No pensé que me iba a morir. En realidad quería que el proceso fuera rápido porque yo estaba aplicando a un nuevo trabajo. Nunca lo vi como un sinónimo de muerte, al menos en ese momento. Pero cuando me despierto de la operación, me indican que el proceso aun no terminaba porque faltaba uno extenso de quimioterapia y radioterapia.

Yo inicié el proceso con mucha gente y colaborando con fundaciones. Cuando vi que algunos de mis compañeros de lucha estaban muriendo, me puse a pensar que no era algo tan sencillo como lo que yo pensé inicialmente, entendí que era algo muy delicado. En el proceso fui aprendiendo sobre la enfermedad.

¿Usted cree que quizá en aquel momento fue necesario tener más información sobre cáncer de mama?
Sí y no. Lo que sucede es que cuando la gente tiene demasiado acceso a la información, se asusta mucho. La gente entra a Google y la imaginación vuela. Recuerdo que el doctor me indicó cómo se iba a llevar el proceso y me dijo claramente que no busque más información. Lo que sucede es que cuando uno investiga se puede encontrar cosas terribles, como que existen mil tipos de cáncer y la verdad es que no todos son tan agresivos. Yo sabía lo que tenía que saber como el riesgo de desarrollar metástasis y que esto podría provocar la muerte pero no me preocupé por instruirme más de la cuenta con detalles técnicos. Yo le hice caso al doctor y le agradezco a Dios haberlo hecho porque probablemente sí me hubiera asustado al saber todo lo que podía pasar en el proceso. El estado de ánimo es muy importante en este proceso.

Entrevista completa y sin edición

¿En qué etapas podría dividir este episodio de su vida?
Creo que la etapa más crucial fue cuando yo me di cuenta que estaba muy enfocada en mí, en mi alimentación, mi estilo de vida, mi espiritualidad, etc. Pero un día estaba leyendo un libro que se llama “Una vida con propósito” y uno de los capítulos me marcó. Ese capítulo decía que si Dios o la vida permite que uno atraviese circunstancias difíciles es para utilizar ese dolor con el objetivo de impactar positivamente en la vida de las demás personas. En ese momento hice un giro y decidí que todo aquello que yo estaba viviendo tenía que servir para ayudar a otras personas y fue ahí cuando comencé a compartir testimonio y asistir a campañas. Nunca fui con peluca porque quería mostrarme tal cual estaba en ese momento. Es más gratificante dar que recibir y al ver que mi dolor estaba sirviendo para algo positivo, el proceso era más llevadero.

Yo me siento realmente bendecida por haber vivido lo que viví. Esto me permitió ver cosas que mucha gente no ve,  vivir la vida de una manera diferente, sentir las cosas de una manera más profunda. Cuando siento un rayo de Sol digo “¡Wow!” porque con quimioterapia uno no se puede exponer a los rayos solares. Antes del diagnóstico yo corría y tuve que dejar de hacerlo porque la quimioterapia produce cardiopatías. Recuerdo que la primera carrera que hice después del tratamiento me hizo llorar. Era una carrera de 8 kilómetros, la mitad en asfalta y la otra en la playa. Cuando iba en la segunda parte yo iba llorando mucho porque para mí, esa era mi maratón. Podía correr por mí misma y mis piernas respondían al mandato de mi cerebro. Era muy mágico verme corriendo por mí misma.

El tratamiento visible ante la gente duró un año que fue la operación (cuadrantectomía), la quimioterapia por seis meses y las 33 sesiones de radioterapia. Posterior a eso hay un tratamiento extenso. En mi caso me aplicaron dos bloqueador hormonales por tres y cinco años. Podemos decir que todo el proceso fue de seis años.

Cuando usted vivió momentos difíciles durante el tratamiento, ¿cómo se levantaba?
Tuve momentos de crisis cuando veía fotos de un año atrás en las que tenía el cabello largo o graduándome de la universidad y físicamente linda. Luego me veía en ese momento en el espejo sin cabello, sin uñas, sin pestañas, con sobrepeso y yo me preguntaba ¿qué me pasó? Además, había ocasiones que además de lidiar con la enfermedad, tenía que hacerlo también con la lástima de la gente. Es que el cáncer no solo involucra el tratamiento, hay mucho alrededor.

Entonces, cuando yo sentía muchas ganas de llorar, lloraba. Me encerraba en el cuarto a llorar por mucho tiempo, hablaba con Dios y cuando terminaba salía renovaba. Podía salir con los ojos hinchados pero con ganas de comerme al mundo otra vez. Yo siempre tuve claro que yo no era un cáncer, sino que el cáncer una etapa de mi vida que tengo que sobrepasar con valentía. Las condiciones nunca nos deben definir.

Uno tiene que saber con quiénes se comparten los momentos de debilidad. En mi caso fue mi familia, ellos estuvieron presentes en todo momento. Ellos eran mi centro y mi tesoro. 

¿Qué diferencia hay entre la Lussania del 2012 y la de hoy?
Hay muchas diferencias. Hoy vivo la vida mucho más agradecida. Agradezco porque me puedo levantar, porque puedo manejar, porque puedo hacer ejercicio, porque tengo un trabajo. Siento un agradecimiento verdaderamente profundo porque sé que todo es un regalo y que quizá mañana no esté. Sé que tengo muchos defectos pero soy consciente de ellos, cosa que hace años no era así.

¿Usted cree que tener una buena actitud ante la vida es bueno para la salud e incluso para evitar el cáncer?
Claro que sí. Aunque hay doctores que no han estado de acuerdo conmigo, muchos otros sí. Yo creo que usted y yo podemos estar expuestos a la misma cantidad de obligaciones, pero la manera en que cada uno canaliza el estrés es muy diferente. Puede que una persona haga todo lo que pueda durante el día y en la noche se acuesta a dormir para continuar al día siguiente, mientras que la otra persona puede tener afectaciones de sueño, mal humor, colitis, etc. A esta persona se le pueden bajar las defensas y enfermarse. Si las defensas se bajan, todo el mecanismo se altera. Por eso, todo está en la actitud.

¿Cuál sería el título de la portada de su biografía?
Creo que hay uno que es perfecto, lo leí en algún lado por lo que no es de mi autoría. El título sería “La batalla que no escogí”.

¿Cuál sería su mensaje y/o consejos para una persona que tiene cáncer o para la familia y los amigos de alguien que en este momento lo padece?
En el caso de las mujeres que tienen miedo de desarrollar cáncer de mama, les recomiendo que se hagan el autoexamen periódicamente pero no solo eso porque lo que se detecta en el autoexamen es “la punta del iceberg”. Mi recomendación es hacerse el autoexamen y el ultrasonido y, si tiene más de 40 años, hágase la mamografía también. Hay muchas cosas que son detectables cuando miden 1 centímetro, pero en cambio el ultrasonido puede detectar un montón de cosas mucho más pequeñas. Todo a tiempo es perfectamente manejable.

En el caso de las pacientes que están enfrentando al cáncer, les digo que deben tener una actitud positiva. Tengo totalmente claro que todos los casos de cáncer son completamente diferentes, pero también sé que está en nosotros echarnos a morir o tomar al toro por los cuernos y disfrutar de todas las bendiciones que Dios nos ha dado. No tengamos barreras para amar.

A quienes conocen a alguien que está pasando por un cáncer en este momento, no se alejen. Este es el problema más grande. Como algunos no saben cómo actuar o qué decir, se apartan porque es lo más fácil. Si la persona es cercana, un buen amigo por ejemplo, hay que estar para esa persona, visitarle, ver una película, tomar un café, darle un abrazo. Un mensaje de texto no es suficiente.

Yo perdí a mi mejor amiga hace exactamente un año. Ella tenía un cáncer primario de mama, duró limpia 10 años pero le regresó y le hizo metástasis en todo su cuerpo. Yo procuré estar ahí para ella todo el tiempo que pude. Yo no podía salvarla pero le pude dar todo mi amor.

¿Cáncer es sinónimo de muerte?
No, definitivamente no. Todo es cuestión de actitud porque a veces nos morimos emocionalmente cuando no tenemos una buena actitud.

Quiero decirle a la gente que todo es temporal. Las situaciones que estamos viviendo no nos definen, por lo tanto no somos un cáncer, un duelo o una pérdida. Somos el nombre que tenemos. Todo tiene un propósito perfecto, solo tenemos que relajarnos y hacer oro del barro que tenemos en ese momento. Todo es cuestión de actitud.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Más notas de su interés