jueves, 25 de abril de 2019

El caso MARVEL: De la bancarrota a dominar la taquilla mundial

En 1996, cuando la compañía de cómics tuvo que declararse en bancarrota, nadie imaginaba que 23 años después dominaría la taquilla de todo el planeta.

Con el estreno desde el día de ayer de Endgame, se deja claro que lejos de ser una película muy esperada, la expectativa se ha convertido en un fenómeno mundial que agrupa a seguidores de los comics y a los que no lo son. 

Para Exhibitor Relations, Endgame registrará USD 282 millones en su fin de semana de estreno en Norteamérica (superando así los USD 258 que tuvo Infinity War). Boxoffice.com cree que la apertura de Avengers: Endgame será cercana a los USD 265 millones, mientras que Variety estableció los números entre cifras que oscilan los USD 200 y los USD 250 millones. Los analistas de CNBC creen que al final de su exhibición, Endgame habrá recaudado USD 600 millones en la taquilla norteamericana y USD 2.000 millones en la taquilla mundial.

De cumplirse ese pronóstico, Avengers: Endgame superaría los USD 679 millones que Infinity War logró en la taquilla doméstica y los USD 2.004 millones en todo el mundo, que la tienen ubicada hasta ahora en la cuarta posición dentro de las películas más taquilleras de todos los tiempos.



Decir ahora mismo Marvel Studios es decir el nombre de la compañía que domina la actualidad del mercado del cine y el sello que haces un año colocó Vengadores: Infinity War como el mejor estreno de la historia.

Sin embargo, la historia de esta compañía de cómics no ha sido un camino recto y desde su fundación en 1939 con el nombre de Timely Comics hasta hoy, han pasado todo tipo de situaciones incluyendo una bancarrota en 1996 en mitad de la crisis del sector y que podría haber hecho que hoy no existiera lo que conocemos como MCU.

En los 90, el panorama de los cómics era muy distinto a lo que había sido en décadas anteriores. Personajes como el Capitán América, Iron Man o Spider-Man eran vistos como recuerdos infantiles en una sociedad que abrazaba otro tipo de entretenimientos y los pocos cómics que se vendían parecían ser más oscuros que los que ofrecían los superhéroes vestidos con trajes de colores y mallas. Es más, las versiones cinematográficas de estos eran poco menos que adaptaciones de derribo que caían en las manos de cineastas como Albert Pyun y que nadie en las que nadie en su sano juicio se atrevía a convertir en superproducciones.

Tal era la sensación de final de una época que la Casa de las Ideas intentó crearHeroes Reborn, un intento de resetear todas sus series, devolviéndolas al número 1 y reinventando a los personajes, pero tampoco funcionó y dio lugar a algunos episodios que hoy se recuerdan con bastante vergüenza, como el Capitán Américaque dibujó Rob Liefeld.

En 1997 y tras haber hecho el papeleo para declararse en bancarrota, Marvel Comics encontró un balón de oxígeno de capital importancia gracias al empresario Isaac Perlmutter, propietario de la juguetera Toy-Biz, que compró la compañía, reformulándola como Marvel Entertainment y colocando a algunas piezas clave como Avi Arad. 

Bajo su mandato, Marvel expandió sus líneas, reinventó parte de sus cómics, lanzando sellos como Marvel Knights y propició el futuro nombramiento de Joe Quesada como editor en jefe.

La nueva Marvel también empezó a promover las nuevas adaptaciones al cine de sus personajes, un proyecto por el que era difícil apostar en aquel momento y que llevaron a cabo los estudios a las que se los habían licenciado. Con ello aparecieron sagas como Blade (un personaje perfecto para los gustos de los años noventa y sin el que sería difícil entender adaptaciones posteriores), X-Men o los Spider-Man que haría Sam Raimi.

En 2012, cuando el negocio volvía reflotar gracias a este tipo de maniobras, saltaba la noticia, Disney compraba la compañía por un precio que rondaba los 4.000 millones de dólares (algo más de 3.300 millones de euros). En su momento, todo tipo de voces sonaron, la mayoría críticas que decían que Mickey iba a colarse en las viñetas de Los Cuatro Fantásticos o que se estaba haciendo el peor negocio del mundo. Pero hoy, 15 años después y solo con ver el conglomerado cinematográfico que ha montado Disney y el siguiente gráfico, parece hasta una compra barata, ya que ha multiplicado por un 309% el valor de Marvel.



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