Richard Ordoñez Uribe | Revista SOMOS CR
El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra
el 5 de junio con el fin de hacer conciencia de que el planeta requiere de
esfuerzos reales y concretos para mitigar los efectos del cambio climático y
asegurar la permanencia de la vida.
En este sentido, Costa Rica se ha destacado a
nivel internacional por su riqueza natural, turismo ecológico y sus esfuerzos
conservacionistas. El Plan Nacional de Descarbonización propuesto por el
Gobierno actual busca aportar a esta causa y fortalecer este liderazgo a nivel
global. Sobre este tema se conversó con el Presidente de la República, Carlos
Alvarado Quesada y a continuación les compartimos esta entrevista.
Creo que es el tema más importante para la
generación que actualmente está viviendo en el planeta y para la que vendrá.
Nunca ha habido un problema tan inminente para la vida en el planeta y la
biósfera relacionado con la actividad humana y el impacto que está teniendo en
los ecosistemas. Este es un tema central de nuestros tiempos y no podemos vivir
a espaldas de esta realidad. Por la importancia ética que tiene este tema y la
atención que actualmente se le está brindando, debía estar muy presente en
nuestra propuesta.
Creo que Costa Rica tiene una responsabilidad
con el tema de conservación. Nos hemos destacado local y globalmente en ciertas
causas de materia ambiental. Se busca ser consecuentes con lo que el país ha
venido haciendo, pero también señalando los nuevos retos que hay que enfrentar
para plasmar políticas que se puedan ver en la vida cotidiana.
¿Cómo
evalúa usted el beneficio que le puede brindar al país el abordar este tema tan
integral y directamente?
Esta es una situación de ganar-ganar. Primero
que todo, estamos haciendo lo correcto porque hay que ser consecuentes si
queremos proteger el lugar en el que vivimos. Es también una forma de encausar
la economía en otra dirección sin perder empleos sino más bien generando
crecimiento. Además, el que tomemos liderazgo en esta materia hace más visible
al país.
Algunas personas preguntan cuál podría ser el
aporte de Costa Rica siendo un país pequeño. En respuesta a eso, creo que lo
que estamos haciendo es demostrar que sí se puede plasmar la voluntad de un
gobierno en este tipo de acciones. Incluso en el pasado ha habido consistencia
en este tema generando políticas de conservación de parques nacionales y muchos
creyeron que eso iba a generar un retroceso en la economía porque habría menos
áreas de cultivo. Pero no fue así y más bien surgió el ecoturismo que es una de
las actividades de generación ingreso más limpias que tiene el país. Esto
queremos replicarlo con el Plan Nacional de Descarbonización en temas de
transporte público reduciendo tiempos en carretera y el uso de combustibles
fósiles, mejorando la calidad de vida de las personas con una mejor calidad de
aire y reduciendo el estrés afectando positivamente la salud pública.
Un tema muy importante es la gestión de
residuos. Actualmente, lo que llamamos basura está compuesto por diferentes
elementos que pueden generar actividad económica desde los procesos de
separación, la generación de compost y materias primas reutilizadas. Queremos
evitar el llevar los desechos a una fosa para enterrarlos o exponernos a que contaminen
nuestros ríos.
¿Temas
actuales e importantes como la lucha contra el cambio climático o la defensa de
los derechos humanos tiene un impacto directo en otras áreas como por ejemplo
la economía del país?
Por ejemplo, desde el punto de vista de una
madre jefa de hogar, en la medida de que tengamos un mal sistema de transporte
público, se tendrá que utilizar más tiempo para trasladarse y esto genera
estrés. Las acciones que queremos llevar a cabo buscan disminuir este impacto
implementando un tren eléctrico y estrategias de sectorización. Esto reduce
costos económicos y de tiempo de los ciudadanos, además de que mejora la
calidad de vida.
Buscamos que local o regionalmente se haga una
gestión de residuos que beneficie a la economía de esos sectores por medio de
la separación de desechos, generación de compost y procesos de reciclaje. De
esta forma activamos una parte de la economía de la que no estamos disfrutando
en la actualidad. El aporte más directo que cada persona y cada familia puede
brindar a la descarbonización está en los procesos de clasificación de
residuos. Temas como el desempleo y del crecimiento económico ciertamente son
muy importantes. Podríamos generar mucho empleo impactando fuertemente el medio
ambiente pero a la larga estaríamos afectando la salud y la calidad de vida de
todas las personas. Tenemos que trabajar de manera simultánea.
¿Abordar
la temática ambiental podría generar beneficios para el país como por ejemplo
inversión extranjera en algún futuro?
Claro que sí. Por ejemplo, el tema del tren
eléctrico ha capturado la atención de inversionistas, de fondos verdes y de
empresas que quieren participar con tecnología limpia. En la agricultura, el
tener prácticas sostenibles no solo ayuda al medo ambiente sino que aporta un
valor agregado a la producción que muchos consumidores valoran y toman en
cuenta.
¿Para
elaborar este Plan Nacional de Descarbonización han tenido aporte de otros
países con experiencia en estos temas como Austria, Suiza o Japón?
El trabajo realizado por el Ministerio de Ambiente
y Energía junto con la Dirección de Cambio Climático se sustentó en mucha
experiencia que el país ha tenido en esta materia. Costa Rica es un país que ha
tenido un papel muy activo en la Conferencia de las Partes (COP, órgano supremo de la Convención de
Naciones Unidas para el Cambio Climático) y en los Acuerdos de
París. Obviamente en este proceso nos nutrimos de las buenas prácticas de los
países que forman parte de estos esfuerzos globales. Hoy aspiramos a ser un
país que va a la cabeza en esta materia para ser consistentes con nuestros
valores y nuestra visión de mundo.
El Plan
Nacional de Descarbonización tiene su meta al año 2050 y su éxito dependerá de
su continuidad. ¿Cómo garantizar de que, finalizada su administración, se le
brinde el seguimiento que esta iniciativa requiere?
Nuestro gran reto en los tres años que le
queda a esta administración es forjar las políticas de energías limpias,
transporte limpio, gestión de residuos y agricultura. Queremos dejar bases
sólidas en la concesión y construcción de los trenes, entre otras acciones.
Pero la principal base que debe quedar es el convencimiento en los ciudadanos
de que esto es positivo y bueno para el país en diferentes campos, por ejemplo,
al mejorar la calidad de vida de las personas se reducen los costos. Para el
país, llevar a cabo un plan de este tipo es muy importante y positivo a nivel
de foros internacionales e incluso en turismo. Además, éticamente es lo
correcto.
Podrá haber personas escépticas, pero también
se dice que el futuro es de los optimistas. Las personas que se oponen a todo
esto difícilmente proponen. Nosotros queremos proponer una ruta y persuadir con
acciones sobre lo que es correcto como principal cimiento para que este proceso
continúe.
Con base
en la reciente compra de 100 vehículos eléctricos por parte del ICE, ¿cuándo
podríamos ver a todo el sector público trabajando con energías limpias?
Según el Plan Nacional de Descarbonización, se
estima que para el 2030 el uso de energías limpias se dé en muchas de las
instituciones. Algunas personas dicen que los 100 vehículos del ICE y las 300 motocicletas
de Correos de Costa Rica es limitado, pero le voy a dar unos datos: en el 2016,
la importación de vehículos eléctricos no llegaba a los 10, para el 2017 no
llegaba a los 100, pero en el 2018 ya superó los 300. Para el 2019 se estima
que entre vehículos nuevos y usados se superen las 1.000 unidades importadas.
Si seguimos en esta tendencia, llegaremos rápidamente a la proporción que
países más avanzados tienen en el uso de vehículos eléctricos. Tenemos que
continuar esta progresión a nivel de vehículos privados, transporte público,
sector agropecuario, entre otros.
Se habla mucho de los costos económicos y del
financiamiento. Para mí, lo que cuesta más es convencerse de estas acciones a
nivel de pensamiento y de convicciones en nuestro corazón. Está en las personas
cambiar sus paradigmas, entender por qué esto es importante y luego buscar la
manera de aportar.
¿Visualiza
a Costa Rica como un centro de formación técnico-ecología cuando el proyecto se
haya desarrollado más?
Costa Rica tiene muchas condiciones positivas
no solamente porque produce el 99% de su electricidad con energías limpias y
renovables, sino que también en el país hay más de 300 empresas multinacionales
o nacionales encadenadas de la industria de la tecnología, computación biomédica,
farmacéutica, de servicios, etc. Tenemos el potencial de vincular todo este
conocimiento con una política de descarbonización para explorar el aprovechamiento
que le podemos dar a esta sinergia. Entonces, desde este punto de vista, sí
preveo que exista el potencial y la posibilidad de generar el valor del
conocimiento. Creo que el verdadero valor a futuro es el conocimiento agregado
a una serie de servicios y las alianzas
que podamos generar.
¿Por qué
los costarricenses deberían formar parte de los esfuerzos del Gobierno por
descarbonizar Costa Rica?
Creo que hay que verlo como un esfuerzo de una
sociedad que se ha distinguido por eliminar el ejército, por crear un sistema
amplio de parques nacionales, y por generar energía eléctrica renovable y
limpia. Es importante que todos formemos parte de este esfuerzo porque tenemos
que ser consistentes con esta tradición, porque es lo correcto y porque además
es bueno para todos nosotros. Descarbonizar Costa Rica no implica un costo
adicional, sino un beneficio. Hay un proverbio que dice que “la tierra no es
una herencia de nuestros abuelos, sino un alquiler de las futuras
generaciones”. Es decir, que nosotros estamos disfrutando de algo que no es
totalmente nuestro porque también será de los que vienen y es nuestra
responsabilidad cómo se lo vamos a heredar a ellos. Si en el futuro algo no va
bien, nos van a preguntar “¿Y ustedes por qué dejaron que esto pasara?”.
Tenemos que dar la respuesta desde ahora.
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