lunes, 3 de junio de 2019

Costa Rica aspira a ser referente de descarbonización a nivel global


Richard Ordoñez Uribe | Revista SOMOS CR

El Día Mundial del Medio Ambiente se celebra el 5 de junio con el fin de hacer conciencia de que el planeta requiere de esfuerzos reales y concretos para mitigar los efectos del cambio climático y asegurar la permanencia de la vida.

En este sentido, Costa Rica se ha destacado a nivel internacional por su riqueza natural, turismo ecológico y sus esfuerzos conservacionistas. El Plan Nacional de Descarbonización propuesto por el Gobierno actual busca aportar a esta causa y fortalecer este liderazgo a nivel global. Sobre este tema se conversó con el Presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada y a continuación les compartimos esta entrevista.


 Entre los diferentes planes gobierno que se presentaron en las últimas elecciones, destacaba que el de su partido tenía una marcada inclusión de la lucha contra el cambio climático. ¿De dónde surge un enfoque por un tema que hoy es tan importante?
Creo que es el tema más importante para la generación que actualmente está viviendo en el planeta y para la que vendrá. Nunca ha habido un problema tan inminente para la vida en el planeta y la biósfera relacionado con la actividad humana y el impacto que está teniendo en los ecosistemas. Este es un tema central de nuestros tiempos y no podemos vivir a espaldas de esta realidad. Por la importancia ética que tiene este tema y la atención que actualmente se le está brindando, debía estar muy presente en nuestra propuesta.

Creo que Costa Rica tiene una responsabilidad con el tema de conservación. Nos hemos destacado local y globalmente en ciertas causas de materia ambiental. Se busca ser consecuentes con lo que el país ha venido haciendo, pero también señalando los nuevos retos que hay que enfrentar para plasmar políticas que se puedan ver en la vida cotidiana.

¿Cómo evalúa usted el beneficio que le puede brindar al país el abordar este tema tan integral y directamente?
Esta es una situación de ganar-ganar. Primero que todo, estamos haciendo lo correcto porque hay que ser consecuentes si queremos proteger el lugar en el que vivimos. Es también una forma de encausar la economía en otra dirección sin perder empleos sino más bien generando crecimiento. Además, el que tomemos liderazgo en esta materia hace más visible al país.

Algunas personas preguntan cuál podría ser el aporte de Costa Rica siendo un país pequeño. En respuesta a eso, creo que lo que estamos haciendo es demostrar que sí se puede plasmar la voluntad de un gobierno en este tipo de acciones. Incluso en el pasado ha habido consistencia en este tema generando políticas de conservación de parques nacionales y muchos creyeron que eso iba a generar un retroceso en la economía porque habría menos áreas de cultivo. Pero no fue así y más bien surgió el ecoturismo que es una de las actividades de generación ingreso más limpias que tiene el país. Esto queremos replicarlo con el Plan Nacional de Descarbonización en temas de transporte público reduciendo tiempos en carretera y el uso de combustibles fósiles, mejorando la calidad de vida de las personas con una mejor calidad de aire y reduciendo el estrés afectando positivamente la salud pública.

Un tema muy importante es la gestión de residuos. Actualmente, lo que llamamos basura está compuesto por diferentes elementos que pueden generar actividad económica desde los procesos de separación, la generación de compost y materias primas reutilizadas. Queremos evitar el llevar los desechos a una fosa para enterrarlos o exponernos a que contaminen nuestros ríos.

¿Temas actuales e importantes como la lucha contra el cambio climático o la defensa de los derechos humanos tiene un impacto directo en otras áreas como por ejemplo la economía del país?
Por ejemplo, desde el punto de vista de una madre jefa de hogar, en la medida de que tengamos un mal sistema de transporte público, se tendrá que utilizar más tiempo para trasladarse y esto genera estrés. Las acciones que queremos llevar a cabo buscan disminuir este impacto implementando un tren eléctrico y estrategias de sectorización. Esto reduce costos económicos y de tiempo de los ciudadanos, además de que mejora la calidad de vida.

Buscamos que local o regionalmente se haga una gestión de residuos que beneficie a la economía de esos sectores por medio de la separación de desechos, generación de compost y procesos de reciclaje. De esta forma activamos una parte de la economía de la que no estamos disfrutando en la actualidad. El aporte más directo que cada persona y cada familia puede brindar a la descarbonización está en los procesos de clasificación de residuos. Temas como el desempleo y del crecimiento económico ciertamente son muy importantes. Podríamos generar mucho empleo impactando fuertemente el medio ambiente pero a la larga estaríamos afectando la salud y la calidad de vida de todas las personas. Tenemos que trabajar de manera simultánea.

¿Abordar la temática ambiental podría generar beneficios para el país como por ejemplo inversión extranjera en algún futuro?
Claro que sí. Por ejemplo, el tema del tren eléctrico ha capturado la atención de inversionistas, de fondos verdes y de empresas que quieren participar con tecnología limpia. En la agricultura, el tener prácticas sostenibles no solo ayuda al medo ambiente sino que aporta un valor agregado a la producción que muchos consumidores valoran y toman en cuenta.

¿Para elaborar este Plan Nacional de Descarbonización han tenido aporte de otros países con experiencia en estos temas como Austria, Suiza o Japón?
El trabajo realizado por el Ministerio de Ambiente y Energía junto con la Dirección de Cambio Climático se sustentó en mucha experiencia que el país ha tenido en esta materia. Costa Rica es un país que ha tenido un papel muy activo en la Conferencia de las Partes (COP, órgano supremo de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático) y en los Acuerdos de París. Obviamente en este proceso nos nutrimos de las buenas prácticas de los países que forman parte de estos esfuerzos globales. Hoy aspiramos a ser un país que va a la cabeza en esta materia para ser consistentes con nuestros valores y nuestra visión de mundo.

El Plan Nacional de Descarbonización tiene su meta al año 2050 y su éxito dependerá de su continuidad. ¿Cómo garantizar de que, finalizada su administración, se le brinde el seguimiento que esta iniciativa requiere?
Nuestro gran reto en los tres años que le queda a esta administración es forjar las políticas de energías limpias, transporte limpio, gestión de residuos y agricultura. Queremos dejar bases sólidas en la concesión y construcción de los trenes, entre otras acciones. Pero la principal base que debe quedar es el convencimiento en los ciudadanos de que esto es positivo y bueno para el país en diferentes campos, por ejemplo, al mejorar la calidad de vida de las personas se reducen los costos. Para el país, llevar a cabo un plan de este tipo es muy importante y positivo a nivel de foros internacionales e incluso en turismo. Además, éticamente es lo correcto.

Podrá haber personas escépticas, pero también se dice que el futuro es de los optimistas. Las personas que se oponen a todo esto difícilmente proponen. Nosotros queremos proponer una ruta y persuadir con acciones sobre lo que es correcto como principal cimiento para que este proceso continúe.

Con base en la reciente compra de 100 vehículos eléctricos por parte del ICE, ¿cuándo podríamos ver a todo el sector público trabajando con energías limpias?
Según el Plan Nacional de Descarbonización, se estima que para el 2030 el uso de energías limpias se dé en muchas de las instituciones. Algunas personas dicen que los 100 vehículos del ICE y las 300 motocicletas de Correos de Costa Rica es limitado, pero le voy a dar unos datos: en el 2016, la importación de vehículos eléctricos no llegaba a los 10, para el 2017 no llegaba a los 100, pero en el 2018 ya superó los 300. Para el 2019 se estima que entre vehículos nuevos y usados se superen las 1.000 unidades importadas. Si seguimos en esta tendencia, llegaremos rápidamente a la proporción que países más avanzados tienen en el uso de vehículos eléctricos. Tenemos que continuar esta progresión a nivel de vehículos privados, transporte público, sector agropecuario, entre otros.

Se habla mucho de los costos económicos y del financiamiento. Para mí, lo que cuesta más es convencerse de estas acciones a nivel de pensamiento y de convicciones en nuestro corazón. Está en las personas cambiar sus paradigmas, entender por qué esto es importante y luego buscar la manera de aportar.

¿Visualiza a Costa Rica como un centro de formación técnico-ecología cuando el proyecto se haya desarrollado más?
Costa Rica tiene muchas condiciones positivas no solamente porque produce el 99% de su electricidad con energías limpias y renovables, sino que también en el país hay más de 300 empresas multinacionales o nacionales encadenadas de la industria de la tecnología, computación biomédica, farmacéutica, de servicios, etc. Tenemos el potencial de vincular todo este conocimiento con una política de descarbonización para explorar el aprovechamiento que le podemos dar a esta sinergia. Entonces, desde este punto de vista, sí preveo que exista el potencial y la posibilidad de generar el valor del conocimiento. Creo que el verdadero valor a futuro es el conocimiento agregado a una serie de servicios  y las alianzas que podamos generar.

¿Por qué los costarricenses deberían formar parte de los esfuerzos del Gobierno por descarbonizar Costa Rica?
Creo que hay que verlo como un esfuerzo de una sociedad que se ha distinguido por eliminar el ejército, por crear un sistema amplio de parques nacionales, y por generar energía eléctrica renovable y limpia. Es importante que todos formemos parte de este esfuerzo porque tenemos que ser consistentes con esta tradición, porque es lo correcto y porque además es bueno para todos nosotros. Descarbonizar Costa Rica no implica un costo adicional, sino un beneficio. Hay un proverbio que dice que “la tierra no es una herencia de nuestros abuelos, sino un alquiler de las futuras generaciones”. Es decir, que nosotros estamos disfrutando de algo que no es totalmente nuestro porque también será de los que vienen y es nuestra responsabilidad cómo se lo vamos a heredar a ellos. Si en el futuro algo no va bien, nos van a preguntar “¿Y ustedes por qué dejaron que esto pasara?”. Tenemos que dar la respuesta desde ahora.


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