Alejandra Soriano
Infectóloga Pediatra de la
Red Médica MediSmart.
La influenza en una infección de la nariz, la garganta y
los pulmones causada por un virus. Esta condición puede causar enfermedades
leves o graves como neumonía. Usted puede consultar a su médico si nota alguno
de los siguientes síntomas:
·
Fiebre (aunque no todas
las personas lo presentan)
·
Tos
·
Dolor de garganta
·
Goteo nasal (secreciones)
o congestión nasal
·
Dolores musculares o de
cabeza
·
Escalofríos
·
Fatiga
·
Vómito y diarrea (en
algunos casos)
¿Qué tan grave
puede ser la influenza?
Si bien, la influenza puede llegar a ser grave en
personas sanas, la enfermedad puede ser particularmente peligrosa en niños que
padecen ciertas afecciones crónicas como el asma (aunque sea leve y esté bajo
control) afecciones neurológicas y de desarrollo neurológico, enfermedades
respiratorias crónicas, enfermedades cardiacas, enfermedades de la sangre,
trastornos endocrinólogos como diabetes, enfermedades en los riñones o el
hígado, trastornos metabólicos e incluso sistemas inmunitarios debilitados
debido a enfermedades o medicamentos.
Estos pacientes pueden requerir hospitalizaciones, por lo
que la mejor manera de prevenir la influenza es vacunarse contra la enfermedad
anualmente.
Complicaciones
por influenza
Algunas de las complicaciones que se ven en los pacientes
son:
· Neumonía: infectando e
inflamando los pulmones.
· Deshidratación: evítelo
dándole al niño suficiente líquido para evitar que el cuerpo pierda agua y
sales.
· Agravamiento de los
problemas médicos a largo plazo como por ejemplo enfermedades cardíacas o asma.
· Una disfunción cerebral
como la encefalopatía.
· Problemas en los senos
nasales o infecciones de oído.
· En muy pocos casos, las
complicaciones por influenza podrían causar la muerte.
¿Cómo se contagia
la influenza?
Los virus de la influenza se propagan a través de gotas
que se forman cuando la gente con influenza tose, estornuda o habla. Estas
gotas pueden llegar hasta la boca o nariz de las personas que están cerca y
aunque no sucede a menudo una persona también puede contagiarse al tocar una
superficie donde se encuentra el virus y luego llevarse las manos a los ojos,
la nariz o la boca, produciendo el contagio.
Las personas con influenza pueden infectar a los demás al
propagar los virus desde un día antes de enfermarse hasta 5 a 7 días después.
Sin embargo, los niños y las personas con sistema inmunitarios debilitados
pueden propagar los virus por más tiempo y es posible que puedan seguir
contagiando después del periodo mencionado, en particular si todavía tienen
síntomas.
¿Cómo puedo
proteger a mi hijo de la influenza?
·
La mejor medida es
vacunarse y vacunar a su hijo contra la influenza cada año. Recuerde que la
vacunación se recomienda en todas las personas a partir de los 6 meses en
adelante.
· La vacuna es primordial
para los niños pequeños y aquellos que tienen afecciones médicas crónicas.
·
Las personas que cuidan a
niños con afecciones médicas o bebés menores de los 6 meses deben vacunarse
contra la influenza.
·
Otra manera de proteger a
los bebés es que las mamás estando embarazadas soliciten ser vacunadas contra
la influenza, así podrá brindarle protección al bebé antes de nacer y durante
algunos meses después del parto.
·
Lávele las manos
frecuentemente con agua y jabón. Si no tiene a mano estos productos, utilice
desinfectante para manos a base de alcohol.
·
Controle los gérmenes.
Evite que su hijo se toque los ojos, nariz o boca y enséñele a que se cubra con
un pañuelo desechable o con la parte de adentro del codo cuando tosa o
estornude.
·
Limpie las superficies de
su casa y los juguetes con un desinfectante para el hogar de acuerdo con las
instrucciones en la etiqueta del producto.
·
Si su hijo padece una
enfermedad crónica, téngalo en supervisión médica.
·
Planifique un plan de
acción en caso de que su hijo se enferme con gripe.
Si su hijo tiene 5 años o más, no tiene ningún otro problema de salud y
muestra síntomas de influenza, consulte con un pediatra y asegúrese de que su
hijo descanse bastante e ingiera suficiente líquido. Recuerde que hasta los niños que siempre han
sido sanos o que ya han tenido influenza podrían complicarse con este virus,
por esto si nota alguno de estos signos, considérelo como una emergencia
médica:
·
Dificultad para respirar
o agitación.
·
Color azulado o grisáceo
en la piel.
·
Vómitos fuertes o
constantes y poco consumo de líquidos.
·
Molestias al cargarlo o
que no se despierte con facilidad.
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