Richard Ordoñez | Revista SOMOS CR
La que sigue es una historia de superación y de éxito de una empresa joven pero con las ganas de hacer bien las cosas. Este ímpetu llevó al matrimonio de Mónica Zúñiga Chinchilla y Léster López Jiménez a aprovechar sus capacidades para demostrarse a sí mismos que emprender y tener éxito, incluso en pandemia, era posible. Ambos son los fundadores de L&B Republic, empresa adjudicada para la venta de 15 millones de mascarillas a la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS).
Las siglas de L&B Republic responden a dos valores que son fundamentales en esta empresa: Lealtad y Bondad. Basados en estos pilares, la empresa nació el 4 de junio del 2019. Al inicio, solo era el matrimonio el que hacía el trabajo de muchos, hoy son 10 colaboradores. Mónica era especialista en acondicionamiento físico y Léster tenía conocimientos en contratación administrativa producto de muchos años de trabajar para la empresa privada. Juntos, sumaron sus capitales y creyeron en un sueño. Hoy son, además, un importante testimonio.
“Emprender es algo que cualquier persona puede hacer, pero tener éxito es algo que se logra con mucho esfuerzo, además de visión, estrategia e instinto. Cuando iniciamos, topamos con algunas trabas que ya conocemos como son la tramitología que nos demandó dos meses de intenso trabajo para tener todo en regla. También nos vimos enfrentados a la difícil realidad de que las entidades bancarias no financiaban a una pequeña empresa si ésta no tenía cierto tiempo operando y con un considerable flujo de caja. Esto nos sucedió incluso con orden de compra en mano. Es por ese motivo que nosotros tuvimos que autofinanciarnos y ser creativos con el uso de nuestros propios recursos”, comentó Léster.
“Fue un inicio motivante, retante y resiliente”, así se refiere Mónica a los primeros pasos de la empresa. Agregó también de que cada uno tenía comodidad, estabilidad laboral y financiera antes de iniciar con la empresa, pero eso no los llenaba, no era suficiente. Ambos querían hacer realidad un sueño.
“Como dice nuestro lema: ´Un sueño, una idea, una realidad´. Fue muy importante que Léster conociera mucho sobre contratación administrativa y sobre una buena relación con los clientes. Luego de hacer todos los trámites que se requieren para operar a derecho con la CCSS, el INS, patentes, Tributación, etc, nos dimos cuenta que había una feria de proveedores de insumos médicos en Perú. No dudamos en romper nuestro chanchito para estar presentes”, indicó Zúñiga.
Este evento fue vital para establecer relaciones comerciales con importantes empresas de todo el mundo. Este primer viaje fue, como sus propietarios lo definen, la punta de lanza para lo que hoy es esta empresa. De este evento pudieron establecer tratos con tres empresas chinas y una peruana. “Aprendimos también que la decisión y la determinación era muy importante porque tuvimos que enfrentar muchos obstáculos para asistir a la feria. Nosotros, pasara lo que pasara, teníamos que estar ahí”, agregó.
Proveedores de la CCSS
Léster comentó que al no tener el músculo financiero para asumir licitaciones con la Caja Costarricense del Seguro Social –las instituciones estatales pagan luego de recibir el producto o servicio-, esto les generaba mucha frustración. A pesar de esto, tenían también un buen manejo en la interpretación de carteles licitatorios y capacidad de negociación. La primera licitación en la que participaron por un monto aproximado de 4.000 dólares, la ganaron. Evidentemente este fue un motivo de gran celebración en la empresa, era un primer gran paso cuatro meses luego de fundarla.
“Este primer pago a nuestro proveedor lo hicimos desde nuestras cuentas personales porque para abrir una de la empresa nos solicitaban estados financieros con los que no contábamos por el poco tiempo que había pasado desde la apertura. Entendemos que hay leyes que respaldan estas medidas pero, al mismo tiempo, se generan trabas para que algunas empresas, en sus inicios, puedan funcionar eficientemente”, comentó Léster.
López afirma que tener determinación, ser insistente, incluso majadero e intenso, deben ser las cualidades de un empresario. Cuando voy –agrega- a un lugar tengo el “no” garantizado, yo me preparo para convencer al cliente.
“Nosotros no pensamos únicamente en la remuneración por la venta de un producto. Nosotros también pensamos en la seguridad de las personas que van a utilizar las mascarillas, los profesionales en salud, e incluso en la misma sociedad que va a hacer uso de ellas. Siempre buscamos el producto de mejor calidad al precio justo y buscando siempre también dar el mejor servicio a la CCSS. Estamos en un negocio en el que está en juego la salud de seres humanos”, indicó Mónica.
El clímax del éxito
En este punto del reportaje, es donde se relata lo que hasta este momento es el mayor logro de L&B Republic. Un hecho que aun hace brotar sentimientos muy profundos en sus propietarios: la licitación y adjudicación por 15 millones de mascarillas.
“Todo inició cuando llegó la pandemia al país. Comenzamos a hacer el análisis de mercado y pedimos muestras a nuestros proveedores. En ese momento, una caja pequeña de mascarillas en el comercio local podría costar 30 mil colones, la especulación elevó muchísimo los precios. Nuestros proveedores nos enviaron muestras de excelente calidad”, comentó Mónica.
La especulación elevó tanto los precios que para algunas personas era muy difícil comprar mascarillas para protegerse y proteger a los demás. Paralelamente, se iba desarrollando una polémica por las contrataciones que la Institución estaba realizando, lo que implicó un esfuerzo redoblado de parte de L&B Republic para certificar y validar la calidad del producto que estaban ofreciendo. En ese momento, la empresa ya tenía una gran cantidad de mascarillas en el país.
“Nosotros fuimos muy cuidadosos de ofrecer a la CCSS un producto de calidad, a un precio justo, con capacidad de entrega y tomando en cuenta factores determinantes como el envío porque precisamente en ese momento tenía que ser por avión. Analizamos el cartel licitatorio con mucho detenimiento y reunimos todas las especificaciones. Pasamos la primera etapa, luego mandamos las muestras y finalmente hicimos la oferta formal. Posteriormente, nos designaron como empresa elegible, es decir, éramos la primera opción de 10 oferentes. En ese momento, comenzamos a fabricar mascarillas en China sin tener adjudicación ni orden de compra; nos arriesgamos en medio de un torbellino mediático por lo que antes había sucedido con otras empresas. El compromiso era entregar 2 millones de mascarillas en 10 días; pero nosotros entregamos 5 millones de mascarillas en 1 día. La CCSS tuvo que dosificar la recepción del producto porque no era posible recibir esa cantidad en una sola entrega”, contaron ambos con evidente orgullo.
Un viernes de diciembre el 2020, en la noche, Mónica y Léster estaban trabajando y reciben varios mensajes de amistades. Se había publicado una noticia en la que se indicaba cuál la empresa a la que se le estaba adjudicando esta importante compra, era L&B Republic. La empresa tenía el visto bueno de Proveeduría y del Departamento Jurídico. La reacción del matrimonio fue tranquila, aunque con una gran satisfacción por dentro, y surgió el deseo de entregar el producto lo antes posible para contribuir con la importante lucha que la Institución sostiene en medio de la pandemia.
Un proceso que normalmente dura días o pocas semanas, demoró seis meses por la necesidad de realizar un proceso 100% transparente en medio de la importante observación de los medios de comunicación. Esto significó pocas horas de sueño para Mónica y Léster, un seguimiento constante del trámite y un trabajo arduo en preparación para estar listos y cumplir con la CCSS cuando la adjudicación estuviera en firme.
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